SEÚL. El máximo líder norcoreano, Kim Jong-Il, falleció el sábado de un infarto de miocardio y su hijo Kim Jong-Un fue designado para sucederle, anunciaron el lunes los medios de comunicación oficiales de este hermético y paupérrimo país que posee el arma nuclear.



La Casa Blanca llamó el lunes al nuevo gobierno de Corea del Norte a cumplir sus compromisos en materia nuclear, tras la muerte de Kim Jong-Il.

«Esperamos que el nuevo liderazgo norcoreano tomará los pasos necesarios para apoyar la paz, la prosperidad y un futuro mejor para el pueblo norcoreano, incluyendo» el «actuar en sus compromisos para la desnuclearización», dijo el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney.



Este mismo día, Corea del Norte realizaba una prueba de lanzamiento de misil de corto alcance desde su costa oriental que, según la agencia de noticias surcoreana Yonhap, que citó a un responsable gubernamental no identificado, no guardaba relación con el anuncio del fallecimiento.

Kim Jong-Il, de 69 o 70 años según las fuentes, falleció el sábado 17 de diciembre a las 08H30 (23H30 GMT del viernes), anunció entre sollozos una presentadora del canal de la televisión estatal.

La Agencia Central de Prensa Coreana (KCNA) informó que Kim Jong-Il falleció como consecuencia de un «infarto de miocardio severo y de una crisis cardiaca» cuando viajaba en tren en uno de sus habituales viajes fuera de la capital. El domingo se le realizó una autopsia.

La Asamblea General de la ONU votó este lunes, como lo hace cada año, una condena contra las violaciones de los derechos humanos en Corea del Norte, tan solo unas horas después del anuncio de la muerte de Kim Jong-Il.

La asamblea, que reunió a 193 países, aprobó la condena por 123 votos a favor, 16 en contra y 51 abstenciones. China, aliado clave de Corea del Norte, fue uno de los que votó en contra.

La resolución, que es adoptada cada año por la Asamblea General, manifiesta «una muy grave preocupación» acerca de la «tortura» y las «condiciones inhumanas de detención, de ejecuciones públicas y de detenciones extrajudiciales y arbitrarias» en Corea del Norte.

Kim Jong-Il murió el sábado de un infarto al miocardio y su hijo Kim Jong-Un fue designado para sucederle, anunciaron el lunes los medios de comunicación de este hermético régimen que posee armas nucleares.

El anuncio encendió la alerta en la región.

Los presidentes de Estados Unidos y de Corea del Sur, Barack Obama y Lee Myung-Bak, conversaron por teléfono y acordaron reforzar la cooperación en materia de seguridad, informó la Casa Blanca.

Corea del Sur puso a sus fuerzas armadas en estado de alerta y reforzó la vigilancia en la frontera, para lo que pidió ayuda a Estados Unidos, que mantiene a 28.500 soldados en su territorio.

Ambas Coreas se encuentran aún técnicamente en estado de conflicto armado desde el precario armisticio firmado luego de la guerra de 1950-53.

La tensión bilateral aumentó desde que Corea del Norte bombardeó un buque de guerra surcoreano en marzo de 2010, provocando la muerte de 46 infantes de marina. Pyongyang negó su participación en este episodio, pero en noviembre de 2010 bombardeó una isla del sur, causando otros cuatro muertos.

El difunto había heredado el poder a la muerte en 1994 de su padre, Kim Il-Sung, fundador de la República Democrática de Corea del Norte, instaurando así la primera dinastía comunista de la historia, en la que imperan el culto a la personalidad, la censura, las ejecuciones y las detenciones arbitrarias.

La KCNA, canal privilegiado del régimen, llamó a la población a reconocer a su hijo Kim Jong-Un, nacido en 1983 o 1984 según las fuentes, como sucesor a la jefatura del Estado norcoreano.

«En la vanguardia de la revolución coreana se encuentra a partir de ahora Kim Jong-Un, gran sucesor de la causa revolucionaria del juche y destacado jefe de nuestro partido, de nuestro ejército y de nuestro pueblo», proclamó KCNA.

El juche es una ideología que mezcla comunismo y autosuficiencia puesta en práctica por Kim Il-Sung.

Kim Jong-Un accede a lo más alto del poder sin que se sepa gran cosa sobre su personalidad ni sus intenciones. Según los servicios secretos surcoreanos, el joven Jong-Un habría nacido en 1983 de la tercera esposa de Kim Jong-Il, una bailarina de origen japonés, estudió en Suiza y es aficionado al baloncesto.

Los funerales por su padre se celebrarán el 28 de diciembre en Pyongyang, la capital norcoreana, según KCNA. Se ha declarado un periodo de duelo del 17 al 29 de diciembre.

Kim Jong-Il deja a su hijo una economía moribunda en un país que sufre frecuentes y graves penurias alimentarias.

La desintegración de la Unión Soviética supuso el fin de las ayudas que el régimen comunista de Corea del Norte recibía de Moscú. Se calcula que en la última década del siglo XX murieron de hambre más de un millón de personas.

AFP