Llega el final de un año más, en este caso el 2011, y es hora de pasar balance sobre lo acontecido en el mundo del béisbol.



La lista a elaborar podría abarcar páginas, pero con ánimo de resumir apenas lo más destacado de todos estos hechos, ofrecemos la lista de los eventos más negativos en el béisbol de este año que se aleja.

El Más Valioso pierde su valor
Tras haber tocado la cima, llevando a los Cerveceros de Milwaukee a su primer cetro divisional en tres décadas, y luego ganar el premio de Jugador Más Valioso de la Liga Nacional, Ryan Braun vio manchada su reputación al salir positivo a una prueba de dopaje, que se alega que fue tomada en algún momento de la postemporada. El jugador apeló dicho resultado, alegó su inocencia y enfrenta una suspensión de 50 juegos si el hallazgo inicial es sostenido.



Manny vuelve a ser Manny
El 2011 fue un año de grandes altibajos para Manny Ramírez. Tras firmar un contrato de una temporada por $2 millones con los Rays de Tampa Bay, su carrera fue en declive. Participó en apenas cinco partidos en la temporada, cuando se anunció que había dado positivo por segunda vez a una prueba de dopaje, lo que le acarrearía una suspensión de 100 partidos. En vez de cumplir la misma, optó por retirarse del béisbol. Pero al cabo de varios meses,

Víctima del crimen en su patria
El joven receptor venezolano Wilson Ramos fue secuestrado por elementos del crimen organizado el 10 de noviembre en su hogar de Santa Inés, estado Carabobo, cuando se preparaba para debutar en la liga invernal de su país con los Tigres de Aragua. Wilson fue raptado alrededor de las 6:45 de la tarde por cuatro hombres armados, que ingresaron a la vivienda. Tras someter al pelotero, se lo llevaron a bordo de un vehículo color verde. Ramos, de 24 años, pertenece a los Nacionales de Washington en las Grandes Ligas de Estados Unidos. El destacado prospecto se convirtió en el receptor regular de los Nacionales en el 2011, cuando bateó .267 con 15 jonrones y 52 carreras empujdadas en 113 partidos. Poco más de 24 horas más tarde, el pelotero fue encontrado a salvo por las autoridades venezolanas, que habían montado un operado a nivel nacional para rescatarlo.

El «Toro» se vuelve a meter en problemas
Carlos Zambrano nuevamente se metió en dificultades y fue colocado en la lista de descalificados por los Cachorros el 12 de agosto luego de haber sido expulsado de juego ante Atlanta por intentar golpear al antesalista de los Bravos Chipper Jones. Tras su expulsión, Zambrano limpió su casillero, le dijo al personal del equipo que se iba a retirar y entonces abandonó el estadio. Zambrano trató de volver al equipo esa noche, enviando a un amigo al camerino a que colocara de nuevo sus cosas en el casillero. Además trató de volver al equipo al día siguiente en Atlanta, pero el manager Mike Quade le dijo que no podía quedarse. Entonces el ex gerente de los Cachorros Jim Hendry colocó a Zambrano en la lista de descalificados por 30 días. El agente de Zambrano y la Asociación de Jugadores de MLB radicaron una querella sobre la descalificación. Pero en noviembre Theo Epstein, nuevo presidente de los Cachorros, se reunió con él y determinaron darle una nueva oportunidad para quedarse con el equipo en los entrenamientos primaverales.

Colapso histórico con consecuencias
Eran uno de los favoritos, junto con los Filis de Filadelfia, para ganarlo todo en el 2011. Los Medias Rojas de Boston añadieron al 1B Adrían González y al jardinero Carl Crawford en el invierno, por lo que muchos por adelantado les entregaron el cetro de la División Este de la Liga Americana, y los colocaban en la Serie Mundial. Pero no pudieron demostrar en el terreno lo que tenían en el papel, cerrando la campaña con foja de 7-20 y dilapidaron una ventaja de nueve juegos, con la que los Rays de Tampa Bay se clasificaron con el wild card. Boston, el equipo con la tercera nómina más cara (161 millones de dólares), se hundió ante el adversario con la penúltima (casi 42 millones), y al que antes de la campaña le quitó en agencia libre a Crawford. La debacle de los Medias Rojas provocó todo un terremoto: su manager Terry Francona renunció y el gerente Theo Epstein se dejó seducir por el desafío de conseguir un campeonato para los Cachorros de Chicago, un club que lleva más de un siglo de fiascos y frustraciones.

Fuente:Espn