Cuando leo las crónicas de los medios de comunicación relativas a lo sucedido en el hospital de Santiago, el usurpador de funciones, me da pena con las personas estafadas, pero lo que no dicen la prensa y las autoridades de dicho hospital es que esos pobres de solemnidad fueron estafados, no por el que refieren las victimas, sino más bien por el Sistema de Salud, por su propia ignorancia y por el propio Estado que no ha sido capaz de garantizar los tres pilares fundamentales en que debe sustentarse, como son educación, salud y seguridad ciudadana.
Si esos incautos ciudadanos se hubieran encontrado con un servicio de salud rápido, eficiente y asequible no hubieran tenido la necesidad de tener que hacer uso de unas falsas influencias. Lo que se tiene que reconocer es que el famoso y moderno Sistema de Salud no funciona para los pobres, que a los pobres les han dejado unas ruinas que se llaman hospitales públicos……regenteados por políticos de turnos; en los cuales los servicios de soporte (entiéndase personal de seguridad, limpieza administrativo y demás) también son arrastrados por esos políticos con el agravante de que en su gran mayoría no tienen formación técnica para realizar tales funciones y tienen necesariamente que ser así, porque si tuvieran esa formación tampoco las realizarían por el poco salario y las condiciones de trabajo. Cerca de esa misma jurisdicción hay un gran centro, pero porque ahí no ocurre algo así ????.
Sería bueno que la prensa se dedique a realizar una investigación objetiva no sólo en ese hospital, sino en todos los hospitales del país y se caerán de espanto cuando puedan verificar en qué condiciones el médico dominicano ejerce en este país y así podrán cambiar de opinión. Pero les aconsejo que no se avisen porque cuando va la prensa o funcionario alto del Ministerio van a encontrar todas las camas vestidas de blanco.
En las noches asistir en una emergencia hospitalaria es una inseguridad total para el personal de salud, a veces entendible la agresividad del paciente y familiar, toda vez que cuando se necesita un servicio como sangre, medicación o una analítica especifica no lo hay.
El colmo se da que como consecuencia de todo esto hay que referir el paciente, entonces el centro no tiene ambulancia, el familiar no tiene $4,000,00 ó $5,000.00 para pagar una supuesta ambulancia privada que puede hacer el servicio. Y el hospital te dice que no dispone de dinero para cubrir ese costo. La mejor manera de entender al otro es colocarse en su justo lugar. Siempre soñé que cuando entrara la Seguridad Social no se iban a presentar esas situaciones ni ver el cintillo televisivo de que se necesita sangre para el paciente en tal hospital, pero tampoco las caras tristes de miseria y preocupación de una madre en televisión solicitando ayuda para operar un hijo. Me he quedado, como decía Calderón de la Barca, que los sueños, sueños son. Que se anime la prensa y le hará un buen servicio al pueblo dominicano. Quien esta nota escribe ha vivido por mucho tiempo la situación de los hospitales por razones obvias. De todas estas cosas seguiremos hablando.
Por La doctora Dalin Olivo. Dalin es médico cirujano general, ayudante del Departamento de Cirugía General Hospital Taiwán de Azua, República Dominicana.