Según Greenpeace son 10 los mandamientos que debemos respetar los mortales al practicar sexo ecológico. Aquí está la lista de los más destacados.

• Apagar las luces. O amor en tinieblas. Con eso no tengo problemas, sobre todo cuando no se tiene un cuerpo perfecto. Y no lo digo solo por mí, sino por la otra persona. Aunque siempre es bueno algo de luz, que afortunadamente, el mandamiento así lo recoge pues permite el uso de velas naturales. Claro que hay que ser precavido y no llenar la habitación, cosa de no terminar achicharrados y no por la pasión.

• Consumir frutas de la pasión orgánicas. Por Dios, “éramos muchos y parió la tía” dicen en mi pueblo. Como si no fuera suficiente con el gasto en las “strawberries” que cada día están más caras, ahora hay que comprarlas orgánicas. ¿Sabrán los que cuesta todo aquello que dice ‘orgánico’?

• NO al amor a toda costa. Prohibidos los aceites de masaje provenientes del petróleo y los alimentos afrodisiacos. La verdad es que esta gente es aburrida. ¿Cómo se divierten? ¿Qué comen? Pena me da con los mercaderes de ostras de Boquerón.

• Ecolubricantes. Nada de potingues ‘fashion’ de ‘sex-shop’. Basta ya. No puedo más. ¿Y qué se supone que compre? Miel de abeja y que me coman las hormigas.

• Nada de PVC. No tiene que ver con la orquesta de salsa del mismo nombre. PVC, Polyvinyl chloride, o en otras palabras plástico. Entonces, en su lugar… ¿vidrio? ¿metal? ¿cemento?

• Ducharse en pareja. Con esa tengo el cielo gano. Claro, si le aplico la primera… ¡en tinieblas!

• Cama ecológica. Según los profetas de Greenpeace no tienen que realizarse en un aposento los momentos de intimidad. Puede ser encima de una alfombra reciclada; de un sofá recuperadode un mercado ‘vintage’ o directamente en el suelo. Oh, Lord! Nada del “counter” de la cocina. No entiendo ese afán por la incomodidad. Para eso, mejor irse a las latas como Susa y Epifanio. Ciao!

Fuente El nuevo Día