PEKÍN.  Facebook, que se dispone a realizar la mayor introducción en Bolsa jamás realizada por la net-economía, desearía implantarse de nuevo en China, una inmensa reserva de internautas donde está censurado, pero los analistas dudan de que eso ocurra pronto.



«Hay más de dos mil millones de usuarios de internet en el mundo que buscamos conectar entre ellos», abogó en su expediente de introducción bursátil el número uno de los sitios comunitarios. Facebook, así como la plataforma de microblogs Twitter, ha sido bloqueado en China por las autoridades desde los sangrientos disturbios de la región del Xinjiang musulmán (oeste) en julio de 2009. Y sólo es accesible gracias a servidores deslocalizados capaces de evitar la censura.

Facebook no tiene el proyecto de implantarse en China a corto plazo, declaró en noviembre de 2011 su fundador y director, Mark Zuckerberg.



«Por el momento, hay aún tanto espacio para desarrollarse en numerosos países que no es simplemente la primera cosa que nos preocupa», afirmó Zuckerberg, quien comenzó a estudiar chino en 2010.
Ocurre que, en la red planetaria de Facebook, China, que cuenta actualmente con 500 millones de internautas, figura como una pieza maestra faltante para la red social que conecta ya a 800 millones de inscritos.

La directora de explotación de la empresa, Sheryl Sandberg, había indicado además claramente que Facebook quería implantarse dentro de algún tiempo en China: «si nuestra misión es conectar al mundo entero (…) nos hace falta conectar a China», había dicho.

Pero esta hipótesis tiene una oportunidad «cero» de realizarse en el contexto político chino, estima Bill Bishop, especialista de internet basado en China.
Anne Marie Brady, una especialista de la propaganda china de la Universidad de Canterbury (Nueva Zelanda), está de acuerdo.

La única forma que permitiría a Facebook reintegrarse a China sería que la red social se plegara a «las mismas exigencias de censura china que las aplicadas a los sitios web establecidos en China», explica.

Pekín está cada vez más preocupado por la capacidad de internet para influir en la opinión pública y el gobierno está cada vez más incómodo con el incremento de la potencia de los microblogs.
China ha instalado una censura de internet muy perfeccionada, apodada el «Great Firewall», un juego de palabras en inglés que mezcla los términos «Gran muralla» (Great Wall) y parafuegos («firewall»).

Este sistema está destinado a filtrar toda información considerada «sensible» o «políticamente perjudicial» por las autoridades chinas. Un cambio de dirigentes en la cúpula del Estado debe a producirse en los últimos meses de 2012.

«En lo que concierne a 2012, pienso que es poco probable que el gobierno envíe una señal de liberalización durante un periodo de conservatismo y de control que precede a la transición de los dirigentes», juzga Duncan Clark, presidente del gabinete de consejo BDA especializado en el web.

Por otro lado las autoridades chinas, que siguieron con un ojo inquieto la primavera árabe, saben bien el papel que han jugado las redes sociales, en particular Facebook, que sirvió de herramienta de movilización rápida y anónima como espacio de organización por los militantes pro-democracia.

«El gobierno es muy consciente de la potencia de esas redes y de sus amenazas potenciales», recalcó Bishop.

AFP