A veces, nada es mejor que rascarse. Y un nuevo estudio sugiere que el lugar donde le pica es la clave del placer derivado de rascarse.
Los hallazgos ayudan a mejorar la comprensión de la picazón y podrían incluso ayudar a las personas que luchan contra enfermedades de la piel caracterizadas por picazón, según el Dr. Gil Yosipovitch, profesor de dermatología del Centro Médico Bautista Wake Forest en Winston-Salem, Carolina del Norte.
Los investigadores indujeron picazón en los tobillos, antebrazos y espaldas de 18 voluntarios, y luego evaluaron el grado de la intensidad de la picazón y el placer de rascarse.
La picazón se percibió más intensamente en el tobillo y la espalda, mientras que la percepción de la picazón y el alivio de rascarse fueron menos pronunciados en el antebrazo. El placer de rascarse una picazón en el tobillo duró más que en los otros dos lugares.
«Vemos áreas comúnmente involucradas como el tobillo y la espalda en pacientes con picazón que sufren de trastornos cutáneos provocados por eczema y psoriasis», señaló Yosipovitch en un comunicado de prensa de la Wake Forest. «Nunca comprendimos por qué esas áreas se ven más afectadas, y ahora comprendemos mejor que la picazón en esas áreas es más intensa, y que rascarlas provoca más placer».
El estudio publicado en HealthDay News aparece en línea como adelanto de su publicación en la revista British Journal of Dermatology.
Se sabía que ciertas fibras nerviosas pequeñas tienen que ver con sensaciones desagradables como la picazón y el dolor. Los nuevos hallazgos sugieren que también hay fibras nerviosas específicas que tienen que ver con el placer, señaló Yosipovitch.
«Si pudiéramos traducir esto a un tratamiento que induzca una sensación placentera de alivio sin dañar la piel, podríamos ayudar a los pacientes con picazón», explicó.