Las personas mayores que comen demasiado están en riesgo de deterioro de la memoria, afirma un estudio reciente.



A partir de los 70 años, las personas que comen entre 2,100 y 6,000 calorías diarias podrían tener el doble de riesgo de esos déficits de memoria, que pueden ser una señal temprana de enfermedad de Alzheimer, señalaron los autores del estudio.

«El consumo calórico diario excesivo podría no ser bueno para la salud del cerebro», advirtió el investigador líder, el Dr. Yonas Geda, profesor asociado de neurología y psiquiatría de la Clínica Mayo en Scottsdale, Arizona.



«Podría sonar a cliché, pero tenemos que estar conscientes de nuestro consumo calórico diario», aconsejó. «La moraleja es que comer en moderación, no demasiado, podría ser bueno para el cerebro».

Se tiene previsto presentar los resultados del estudio en abril en la reunión anual de la Academia Estadounidense de Neurología (American Academy of Neurology), en Nueva York. Los datos y conclusiones deben ser considerados como preliminares hasta que se publiquen en una revista reseñada por profesionales.

Para el estudio, los investigadores recolectaron datos sobre más de 1,200 personas entre los 70 y los 89 años de edad que vivían en el Condado de Olmsted, en Minnesota. Entre estas personas, 163 habían sido diagnosticadas con los déficits de memoria conocidos como «deterioro cognitivo leve».

Cada persona informó a los investigadores sobre cuánto comía. Un tercio comía entre 600 y 1,525 calorías al día, un tercio entre 1,526 y 2,142 calorías al día, y un tercio comía entre 2,143 y 6,000 calorías al día.

Los que más comían tenían más del doble de probabilidades de ser diagnosticados con un trastorno de deterioro de la memoria que los que menos comían, hallaron los investigadores.

No hubo un aumento significativo en el riesgo de problemas de la memoria entre los del grupo medio, añadieron los investigadores.

Estos hallazgos no cambiaron tras tomar en cuenta los antecedentes de accidente cerebrovascular, diabetes, educación y otros factores de riesgo de la pérdida de memoria.

«También observamos el IMC y la obesidad», apuntó Geda. El IMC (índice de masa corporal) es una medida que se basa en la estatura y el peso. «Pero no hubo diferencias significativas entre los [participantes] normales y el deterioro cognitivo leve respecto a estas dos variables», comentó.

No está claro por qué comer en exceso afecta al cerebro, pero «la ingesta calórica excesiva podría llevar a daño oxidativo que conduzca a cambios estructurales en el cerebro», sugirió Geda.

En un comentario sobre el estudio, el Dr. Neelum Aggarwal, profesor asociado de ciencias neurológicas de la Universidad Rush en Chicago, dijo que «a medida que la población de EE. UU. envejece a un ritmo acelerado, además de hacerse más obesa, los pacientes mayores preguntan a los médicos sobre sus factores de riesgo de varias enfermedades, específicamente sobre el declive cognitivo [mental] y la demencia».

Fuente HealthDay News publicado por Holadoctor.com