José Peguero 
ROMA, 18 febrero. El brasileño Joao Braz de Aviz, único latinoamericano que recibió el sábado el título de cardenal, espera que el Colegio Cardenalicio sea más «universal» y pide a Europa y Estados Unidos que se bajen del pedestal y «cambien su mirada» hacia América Latina.
En una entrevista a la agencia de noticias católica I-Media, el purpurado, de 64 años, cercano al movimiento italiano de los Focolares, quien representa en el nuevo Colegio Cardenalicio al país más católico del mundo, invitó a sus colegas purpurados a reconocer que el mundo ha cambiado.
«En América Latina y en otras partes tenemos que admirar la gran historia de Europa, su belleza. Pero Europa a su vez debe bajar de las alturas y tener una actitud fraternal con los otros continentes y dejar de mirar a los demás desde lo alto», aseguró.
«Eso desde un punto de vista político y económico, pero también dentro de la Iglesia», precisó.
«No se puede dejar de tener en cuenta que América Latina, Asia y África han cambiado y seguir pensando que son colonias o del Tercer Mundo», agregó.
El nuevo purpurado, quien recibió en San Pedro junto con otros 21 colegas de manos del papa Benedicto XVI el título cardenalicio, desde hace más de un año es prefecto de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y es responsable de unos 800.000 religiosos y religiosas repartidos en medio mundo.
El exarzobispo de Brasilia, quien confesó que tiene en el cuerpo 130 balines de plomo a causa de un tiroteo en el que se vio involucrado hace 30 años, es según la página internet de noticias religiosas Vatican Insider, un defensor de la «teología de la liberación».
Para el purpurado brasileño, la corriente teológica latinoamericana que surgió en la década de los 60 contra la opresión y a favor de la lucha de los más desfavorecidos fue «útil» y hasta «necesaria», porque dejó que la Iglesia descubriera la «opción preferencial por los pobres», sostiene el sitio internet.
La designación de numerosos cardenales provenientes de Europa, en particular de Italia, lo que pesaría en caso de cónclave o elección de Papa, ya que contaría con 30 cardenales sobre 125, ha desatado polémicas, debido al «eurocentrismo» del Papa alemán, quien para varios observadores está preparando su sucesión.
Interrogado sobre el desequilibrio que existe en el órgano rector de la Iglesia, el nuevo cardenal latinoamericano estimó que «cuanto más universal sea el Colegio Cardenalicio, mejor representa a la Iglesia».
«Trabajamos mucho para lograrlo y lo seguiremos haciendo. ¡La Iglesia es tan original, tan unida y a la vez tan llena de diferencias!», comentó.
Días antes de la proclamación de los nuevos purpurados, hubo filtraciones de noticias con documentos internos sobre la corrupción en el Vaticano y la guerra oculta entre jerarcas de la Santa Sede por influyentes cargos.
«Lo acusan de todo, contra ello no podemos hacer nada. Creo que es la persona justa para este momento de la historia. Tiene un gran coraje. Recientemente nos pidió a todos los jefes de la Curia Romana ser transparentes en todo y trabajar como pastores dispuestos a dar la vida por los demás. Ese llamado a la transparencia me sorprendió mucho. Se ha cambiado de época», subrayó.
AFP
Amaury Mo 
