El amor hace que cambiemos nuestra forma de ver la vida, pero lo cierto es que también puede mejorarla en formas inesperadas. La ciencia indica que enamorarse provoca modificaciones en nuestro cerebro que, a la larga, terminan causando cambios positivos en la salud física y mental.
De acuerdo con Alejandra Yarmuch, psicóloga, una persona enamorada tiende a tener mejor ánimo debido a que tiene un mayor flujo de endorfinas en su sangre. Estas hormonas son capaces de proporcionar bienestar y, según la especialista, «son capaces de mejorar los estados de depresión y ansiedad».
Además de esto, el enamoramiento activa y estimula ciertas partes de nuestro cerebro «lo que provoca que las personas enamoradas tengan otra actitud frente a la vida, ya que al sentirse queridas, el amor, la seguridad y la confianza hacia uno mismo crecen», explica Yarmuch. De hecho, esto hace que el amor sea bueno para el trabajo, puesto que al aumentar la seguridad se es capaz de enfrentar tareas de mejor manera y solucionar problemas más fácilmente.
Pero el efecto del amor no se limita a lo psicológico. Físicamente, los enamorados disfrutan de mejor digestión, mayor resistencia a las enfermedades, y hasta se mantienen jóvenes por más tiempo. El aspecto de la persona también cambia favorablemente, por lo que no es raro que sus más cercanos noten algo distinto.