Nuevos diseñadores marcan tendencia en los estados fronterizos con los EEUU. Visten a las bandas del Movimiento Alterado, estilo de narcocorrido más crudo, caracterizado por sus alabanzas al crimen organizado.



Eleno Jr. Serna, nacido en la norteña ciudad de Tijuana, en el límite con Estados Unidos, es uno de los nuevos gruñes de la narcomoda en México. Tiene 25 años y pasa su tiempo de uno y otro lado de la frontera. Otro exponente del art narcó, Don Nasty, cuyo nombre real y edad se desconocen es un personaje también muy conocido en la región. Sus camisetas, camisas y ropa interior marcan verdadera tendencia entre los jóvenes, según difundió la agencia de noticias Ansa.

El Movimiento Alterado es un estilo de narcocorrido más radicalizado, caracterizado por la crudeza de sus letras. En esta versión, no se le canta a los narcotraficantes, lo hacen como si fueran ellos. Son letras violentas en las que se acumulan alabanzas a los capos de la droga. Este nuevo tipo de corridos nació en Culiacán, capital de Sinaloa, ubicado en la costa Pacífica de México.



«Ni estudié diseño ni moda ni nada, más que nada fue algo empresarial», señaló Serna sobre su inicio en esta actividad, en entrevista con el diario El Universal. Su primer diseño fue una camisa con un chaleco táctico como los usados por militares que le pidieron sus amigos del grupo musical Fuerza de Tijuana, quienes lo usaron para un baile en San Diego. Casualmente, al famoso cantante El Komander, que lidera el denominado Movimiento Alterado le gustó mucho y pidió sus dideños. «De ahí se vinieron todos los grupos grandes», explicó Serna, quien creó su línea de ropa llamada Antrax y ahora elabora la vestimenta de bandas populares del Movimiento Alterado.

La bonanza del movimiento inició en 2009 cuando comenzaron a subir los temas a Internet, porque las estaciones de radio no las pasaban. Es que en Sinaloa y Baja California está legalmente prohibido transmitir en la radio canciones que hagan apología del narco. En Chihuahua las radiodifusoras acordaron vetarlas. Las líricas grabadas se descargaron por miles y los escenarios se llenaron tanto en los Estados Unidos como en México.

Fuente: Infobae.com