Para quienes más temen a la Parca, el pueblo italiano Falciano de Massico sería un lugar ideal para vivir. No en vano, en esta localidad italiana se ha aprobado una ordenanza municipal por la que se prohíbe a sus habitantes… morir.
La iniciativa se debe al alcalde, Giulio Cesare Fava, que optó por esta medida al carecer el pueblo de su propio cementerio. Antes de convertirse en un ayuntamiento independiente, en 1964, la localidad compartía el cementerio común con la localidad vecina de Carinola.
«El error se produjo cuando quien llevó a cabo la división del territorio no se dio cuenta de que debía incluir también una parte del cementerio», explicó el alcalde.
Según comentan los vecinos, que se muestran contentos con la iniciativa, construir un cementerio nuevo o agrandar el que ya existe es una hipótesis inviable debido a que el pueblo no dispone de los recursos económicos necesarios para ello.
Fava reconoció que se trata de una provocación y subrayó que la situación es terrible. En el futuro, el alcalde tiene previsto seleccionar con la ayuda de ingenieros las tierras más adecuadas para el cementerio y resolver los asuntos legales que siguen pendientes tras su separación.
Desde que fue anunciada la ordenanza, dos ciudadanos (de unos 4.000) violaron la regla y fallecieron.
Fuente: actualidad.rt.com