CHICAGO, EEUU. Las uvas, ricas en potasio y antioxidantes, y la soja podrían ser armas eficaces para prevenir la hipertensión, factor importante de riesgo cardiovascular, de acuerdo a dos estudio revelados este domingo durante una gran conferencia de cardiología.
Los trabajos fueron presentados en la 61ª conferencia anual de la American College of Cardiology reunida en Chicago (Illinois, norte) este fin de semana.
Con respecto a las uvas, es el primer estudio controlado científicamente que confirma el efecto del consumo cotidiano de esta fruta para rebajar la presión arterial en las personas pre-hipertensas.
El estudio ha llevado a 46 hombres y mujeres a medir el consumo de uvas tres veces al día, comparándolo con el consumo de galletas y otras colaciones que no contenían nada de frutas o legumbres.
Para la soja, los investigadores han analizado las muestras de un estudio iniciado en 1985 para analizar el riesgo de enfermedades coronarias en los jóvenes adultos estadounidenses.
Esta investigación financiada por el Instituto Nacional de Salud (NIH, por su siglas en inglés) contó con 5.115 estadounidenses blancos y negros de entre 18 a 30 años que los examinó en diferentes intervalos.
El estudio presentado se concentró sobre los efectos de las isoflavonas, que la soja contiene en gran cantidad, para rebajar la presión arterial.
Las isoflavonas son sustancias próximas a los estrógenos humanos, la hormona femenina y contribuye a la producción de óxido nítrico, conocido por dilatar los vasos sanguíneos y reducir la presión arterial.
Las personas con pre-hipertensión tienen una presión arterial sistólica situada entre 120 y 139 mm/Hg y diastólica entre 80 a 89 mm/Hg.
Cerca de uno de cada tres estadounidenses adultos se ajusta a esta definición, según los Centros federales de control y de prevención de enfermedades (CDC).
«Nuestro estudio muestra que si usted eligió comer uvas o galletas de chocolate, le irá mejor elegir las uvas, por lo menos le servirá para rebajar la presión arterial», afirmó el Dr. Harold Bays director del Centro de investigación de Louiseville (Kentucky) sobre artereoesclerosis y metabolismo, principal autor del estudio.
Los resultados muestran en efecto que las personas que consumieron uvas registraron una baja neta de su presión sistólica a la cuarta, octava y duodécima semana (de -4,8% a -7,2% o de menos 6 a menos 10,2 mm/Mg).
El Dr. Bays no ha identificado como las uvas actúan sobre la presión arterial, pero recordó que estas frutas son muy ricas en potasio y antioxidantes como los polifenoles.
«Las uvas son ricas en potasio, conocido por hacer bajar la presión arterial», dijo este médico cuya investigación fue financiada por una organización que alienta el consumo de esta fruta y que está subvencionada por los productores californianos.
Subrayó que es necesario hacer ensayos clínicos más extendidos para confirmar sus resultados.
En el grupo de estudio sobre las isoflavonas, los que consumieron más esta sustancia diariamente (más de 2,5 miligramos) tuvieron una presión arterial sistológica claramente más baja (-5,5 mm/Mg en promedio) que los individuos que absorbieron menos de 0,33mg.
Fue suficiente con tomar un vaso de leche de soja que contiene 22 mg de isoflavonas, precisó Safiya Richardson, la principal autora, quien termina su doctorado de medicina en la Universidad de Columbia (Nueva York).
Este estudio también demostró que los afroamericanos, grupo étnico con una fuerte tendencia a la hipertensión, eran beneficiados por los efectos de las isoflavonas, dijo Richardson.
De acuerdo a esta investigadora, este estudio facilitaría los ensayos clínicos para probar científicamente la acción de las isoflavonas sobre la presión arterial.
AFP