Un avión de la compañía aérea JetBlue, que cubría la ruta de Nueva York a Las Vegas, aterrizó de emergencia en un aeropuerto de Texas después de que su piloto «se sintió mal».
El vuelo seguía su curso normal cuando de repente el piloto abandonó la cabina y empezó a gritar a los pasajeros que había una bomba a bordo y exigía a la tripulación reducir la altura, cambiar de ruta y que le dieran un código. “¡Irak, Al Qaeda! ¡Pasajeros, recen que aquí hay una bomba!”, exclamaba en su delirio el piloto.
Sin embargo, los pasajeros no entraron en pánico y lograron controlarlo y someterlo para que no volviera a la cabina. Afortunadamente, uno de los pasajeros tenía licencia de piloto y ayudó a la tripulación a aterrizar el avión sin problemas.