PARÍS. Los ecologistas usarán las redes sociales en su campaña para promover el apagado de luces el sábado durante La Hora del Planeta con el fin de advertir del peligro del calentamiento global, a pesar de que el envío de mensajes por internet incrementa el gasto energético.
Cada vez que trabajamos en internet emitimos dióxido de carbono (CO2) a través de combustibles fósiles que son quemados para permitir el funcionamiento de nuestras computadoras, así como de los servidores y las bases de datos que almacenan o transmiten nuestros mensajes.
Esto plantea un problema para esta campaña liderada por Australia. Los habitantes de 130 países serán invitados a apagar la luz durante una hora a las 20H30 locales, demostrando así su preocupación por el cambio climático.
Al enviar mensajes electrónicos, un empleado de oficina es responsable de 13,6 toneladas de C02 o de su equivalente anual, calculó en 2011 la agencia francesa encargada de la eficiencia en el uso energético, ADEME.
Esta cifra se basa en una empresa tipo de 100 personas que trabajan 220 días al año, cada una de las cuales recibe 58 mensajes diarios y envía 33 por día, con un promedio de un megaocteto por e-mail.
En comparación, 13,6 toneladas son más del doble de las emisiones anuales de CO2 per cápita en Francia, y casi las dos terceras partes de las emisiones promedio anuales per cápita en Estados Unidos.
Facebook y Twitter anunciaron que se están esforzando por disminuir este gasto.
Facebook, que reivindica 800 millones de usuarios, está construyendo un gran centro de datos –su tercero en el mundo y el primero en Europa– en la ciudad de Luleaa, en el norte de Suecia, al sur del círculo polar.
Greenpeace reunió 700.000 firmas para pedir un Facebook «más verde».
¿Hasta qué punto daña al clima el uso de internet?
Una estimación realizada en 2007 por Gartner Inc., una firma consultora internacional, llegó a la conclusión de que la industria de la informática y la tecnología de las comunicaciones estaban aumentando considerablemente sus emisiones de CO2 en términos absolutos, pero que significaban apenas cerca de 2% del total mundial.
Esto es menos de la sexta parte de las emisiones del transporte, la industria o la agricultura.
Los organizadores de La Hora del Planeta reconocen que reflexionaron antes de decidir utilizar la red en nombre de la lucha contra el calentamiento.
«En general, nosotros consideramos que la capacidad de construir una campaña digital y comprometerse con la gente a través de todo el planeta reduciendo los viajes al mínimo es uno de los grandes logros de la tecnología», afirmó Andy Ridley, uno de los fundadores de La Hora del Planeta y su director ejecutivo.
«Es importante destacar que el objetivo de La Hora del Planeta no es cuántas emisiones serán evitadas durante esa noche, sino obtener el compromiso de particulares, organizaciones y gobiernos con un objetivo más amplio de garantizar un futuro sostenible», declaró Ridley a la AFP.