Ser positivo es bueno para el corazón, sugiere un estudio reciente.

Muchos estudios anteriores han mostrado que los estados mentales negativos (como la depresión, la ira, la ansiedad y la hostilidad) pueden dañar al corazón.



Esta revisión de más de 200 estudios, llevada a cabo por la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Harvard, halló que los sentimientos positivos parecen reducir el riesgo de enfermedad cardiovascular y eventos como ataques cardiacos y accidentes cerebrovasculares (ACV).

«La ausencia de lo negativo no es lo mismo que la presencia de lo positivo», planteó en un comunicado de prensa de la universidad la autora líder Julia Boehm, investigadora del departamento de sociedad, desarrollo humano y salud. «Hallamos que factores como el optimismo, la satisfacción vital y la felicidad se asocian con un menor riesgo de [enfermedad cardiovascular] independientemente de factores como la edad, el estatus socioeconómico, el estatus de tabaquismo o el peso de la persona».



«Por ejemplo, los individuos más optimistas presentaban una reducción de aproximadamente 50 por ciento en el riesgo de experimentar un evento cardiovascular inicial, en comparación con sus pares menos optimistas», señaló Boehm.

Los investigadores también hallaron que las personas con un sentido de bienestar psicológico participaban en conductas saludables como hacer ejercicio, comer una dieta equilibrada y dormir lo suficiente. Además, un mayor bienestar psicológico se asoció con una presión arterial más baja, un estatus más saludable de grasa en sangre y un peso corporal normal.

El estudio aparece en la edición en línea del 17 de abril de la revista Psychological Bulletin.

Si investigaciones futuras confirman que niveles más altos de satisfacción, optimismo y felicidad benefician la salud cardiovascular, los hallazgos podrían resultar importantes para la creación de estrategias de prevención y tratamiento, aseguraron los investigadores.

Más de 2,200 estadounidenses mueren de enfermedad cardiovascular cada día (un promedio de una muerte cada 39 segundos) y un ACV es responsable de aproximadamente una de cada 18 muertes en EE. UU., según la American Heart Association.

Fuente HealthDay News