LIMA. La muerte masiva de delfines y pelícanos en playas del norte de Perú representa un riesgo para la salud humana por la probable mutación de un virus que ha provocado esa mortandad y que podría afectar a las personas, estimó este miércoles la ONG Mundo Azul.

«La presencia de los restos de estos cetáceos y aves en el litoral es potencialmente peligrosa y un riesgo para la salud humana porque es fuente de posibles infecciones», dijo a la AFP el biólogo alemán Stefan Austermühle, director de Mundo Azul.



Más de 1.500 aves, entre pelícanos y piqueros, murieron por causas desconocidas en los últimos doce días a lo largo de 160 km de playas en los departamentos de Piura, fronterizo con Ecuador, y Lambayeque, 790 km al norte de Lima, informó un comunicado del ministerio de Agricultura.



A mediados de abril el ministerio del Ambiente reportó en la misma zona la muerte de 877 delfines desde inicios de enero por causas que se investigan.

Austermühle cuestionó que no se hayan tomado medidas, como la incineración de los cuerpos regados en las playas norteñas. «Los restos están varados y eso expone a las personas a probables infecciones».

«Esos restos tienen que ser recogidos por personal provisto de guantes y máscaras», dijo, al referirse a fotografías en la prensa que muestran a personas recogiendo muestras de los animales muertos sin la debida protección, para someterlos a análisis.

Autoridades sanitarias del norte del país recomendaron este miércoles evitar el consumo de peces como medida de precaución ante la muerte de delfines y pelícanos.

«Como medida preventiva recomendamos que no se consuman peces crudos por lo menos por 72 horas para ver frente a qué problema estamos», dijo a la emisora RPP Henry Rebaza, director de Salud de la región La Libertad, 570 km al norte de Lima.

Sin embargo, Edward Barriga, funcionario del Instituto del Mar del Perú, declaró a la AFP que esa recomendación «está creando una alarma totalmente innecesaria que puede provocar fuertes daños económicos a la costa norte del Perú».

Informes preliminares del ministerio del Ambiente indican que la causa de la muerte de los animales sería la presencia del virus Morbillivirus.

Barriga anotó que es difícil que haya contagio de los delfines a las aves y que pueda pasar a los humanos, salvo que se produzca una mutación.

Al respecto, Austermühle no descartó que se pueda producir la temida mutación y puso como ejemplo lo que pasó con la gripe aviar en Asia, que de las aves pasó a humanos.

El biólogo explicó que el Morbillivirus afecta sólo a cetáceos, por lo que estimó que es probable que sea otro virus el que afecta a las aves.

Las autoridades norteñas ordenaron que desde este miércoles los restos sean enterrados a un metro de profundidad para evitar riesgos sanitarios.

AFP