Aldo Peguero 
El diputado opositor Jorge Carlos Ramírez Marín culpó al presidente Felipe Calderón del crecimiento del crimen organizado en el país. Los cárteles descubrieron un «jugoso negocio» y se incrustaron en los aparatos gubernamentales
El legislador del PRI busca posicionar su formación política de cara a las elecciones del próximo 1º de julio en México. Según difundió El Sol de México, Ramírez Marín aseguró que «el PAN (en el Gobierno) padece de una extraña enfermedad de la vista, pues únicamente ve del año 2000 para atrás y se olvidan de los últimos 12 años que han gobernado. Es cierto, el PRI perdió la Presidencia de la República por los errores que cometió, pero de 2000 a la fecha, con Acción Nacional, la situación del país ha empeorado y de eso no hablan los panistas».
El también vicecoordinador general de la campaña de Enrique Peña Nieto, defendió los más de 70 años de perpetuidad en el poder de su partido: «Con el PRI existió estabilidad política sin precedente en América Latina, pues México fue el único país de la región que no presentó golpes de estado ni revueltas populares, los cambios de gobiernos con fechas marcadas por la Constitución».
Con respecto al narcotráfico, el priísta afirmó que México entró en crisis con los gobiernos del PAN. «A finales del siglo XX la delincuencia iba a la baja, por ello es falso que los gobiernos del PRI en aquella época hayan pactado con el narco, pues los gobernadores tenían como límite al Presidente de la República, por lo tanto no podían pactar con el narco, pues el Primer Mandatario de esos años era un dique», insistió en la defensa de su formación.
Las elecciones en México están previstas para el 1º de julio de 2012. En esta oportunidad, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) podría volver al poder, con Peña Nieto como candidato. En la actualidad, gobiernan 20 de los 32 estados del país.
Surgido de la revolución de 1910, la formación está asociada a las peores prácticas de corrupción y fraudes electorales de la historia de México, pero también tiene una imagen de eficiencia en el Gobierno, y eso pesa en una población harta de la violencia del crimen organizado y de la escasez de empleos.
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Amaury Mo 
AFP 