WASHINGTON. Un soldado del Ejército estadounidense murió de rabia en 2011, ocho meses después de haber sido mordido en Afganistán por un perro vagabundo rabioso, dijeron el jueves las autoridades federales de salud de Estados Unidos.
La víctima, de 24 años, cuya identidad no fue revelada, comenzó a quejarse de dolores en el cuello y los hombros, sensaciones raras en las manos y desmayos poco después de su regreso a Estados Unidos.
Los análisis confirmaron que el paciente sufría de rabia tras la mordedura de un perro en Afganistán, indicó la agencia federal Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC).
La salud del soldado empeoró considerablemente después de su hospitalización en agosto de 2011 a raíz de una hemorragia cerebral severa, que le dejó muy pocas posibilidades de recuperar la conciencia y llevó a su familia a desconectar el sistema de mantenimiento de las funciones vitales.
Según los CDC, este soldado no recibió buenos cuidados médicos en Afganistán ya que la rabia puede evitarse fácilmente con profilaxis adecuada tras la exposición al virus responsable de esta grave infección que causa encefalitis.
El período de incubación de la rabia varía de diez días a siete años, pero por lo general dura de tres a siete semanas.
Un total de 29 personas, la mayoría personal médico, estuvieron en estrecho contacto con este soldado, en particular durante un pasaje por Alemania antes de regresar a Estados Unidos.
Estas personas han recibido tratamiento contra la rabia como medida de precaución.
El virus de la rabia se puede contagiar por contacto con fluidos infectados, como la saliva.
En los países occidentales la rabia ha sido prácticamente erradicada, pero esta enfermedad aún mata a unas 40.000 a 70.000 personas al año en África y Asia, donde es endémica.