Candida Morel Manzueta falleció recientemente tras una mala práctica médica y un deficiente e inhumano manejo de la emergencia en una clínica de la avenida Independencia de la ciudad Santo Domingo, el pasado sábado 17 de marzo.



Candida había tenido anteriormente allí las experiencias satisfactorias de haber dado a luz a sus hijas, Hannah y Ruth Esther Paradell Morel, de tres y dos años de vida respectivamente, siendo la pequeña el producto de un parto prematuro a los siete meses de embarazo. No obstante, tiempo después de la muerte de Candida, nos enteremos de la infinidad de casos de personas, que sobre todo en las emergencias de allí encuentran la muerte por descuido.

Candida Morel Manzueta, fue sorprendida por la muerte en pleno estado de salud y fortaleza, testimonio de esto podrían ofrecer tantos que le conocieron. De contextura delgada, de fortaleza física admirable para recorrer valles y montañas, sin que expresase la menor queja posible. Un corazón respondiendo a plenitud, también en el espíritu de solidaridad y de atención a quienes necesitaban de su generosidad. Ahí están los seminaristas de la iglesia católica, de varias generaciones, quienes recibían su apoyo con viandas, víveres, frutos de las fincas de sus padres, a igual que los procedentes de otros agricultores de La Guázuma, Yamasa.



Ese corazón generoso, alegre, dinámico y sembrador se paralizó en los brazos de su esposo, cuando este la llevaba por segunda vez, en la noche del sábado 17 de marzo, a la clínica Independencia, en la avenida que en la ciudad capital Santo Domingo lleva igual nombre.

Allí fui con ella en mis brazos, habiendo escuchado momentos antes su testimonio de amor hacia mi persona, precisamente a las siete y unos minutos de la noche de aquel sábado, durante la primera crisis de la emergencia, donde nos presentamos con Candida, según los médicos ella padecía de una baja presión arterial y una alteración del nivel de azúcar en el cuerpo, también algo de anemia en medio de un embarazo, certificado este por segunda vez tras un análisis hormonal aplicado en los laboratorio clínico Amadita.

La conclusión médica en la emergencia nefasta nos fue ofrecida luego de la pérdida de tiempo por razones burocráticas que implica el llevar en la Republica Dominicana a un paciente, a un accidentado a una persona ante los médicos en las emergencias. En el primer momento me pusieron trabas, excusas para atenderla, debido a que solo me presenté con el carnet del seguro y olvidé llevar su cedula de identidad.

Se antepone los trámites burocráticos, sin importar la vida del enfermo. Se nos exigió buscar la prueba de embarazo, porque disque allí no se podía realizar otra para verificar la situación en que se presenta el paciente, tenia que tener la cédula a mano. Finalmente decido correr con mi chofer hacia el centro de Internet mas cercano, frente a la Universidad O&M, y allí obtengo una copia que certificaba el embarazo.

Embarazo, mioma, embarazo ectópico, aun estoy confundido. No soy medico, pero gracias a la ciencia, a la semejanza e imagen que es el hombre hoy de Dios, de todo algo se puede conocer. Esta situación personal me coloca en reflexión y en actitud de denuncia para evitarle las muertes a tantas otras mujeres jóvenes. Tres hijas adornan el jardín de mi existencia, tres del sexo femenino, Luz del Alba, la mayor y ya con veintisiete años de vida, las dos menores; Hannah y Ruth, de tres y dos añitos, para quienes necesariamente tengo que explicar lo que entiendo ha pasado con Candida Morel Manzueta, mi morena.

Si fue embarazo la situación que le lleva a Morena a la muerte, ¿cómo es posible que no se le internara, cuando a principio de esa semana, el martes 13 de marzo nos presentamos a la clínica Independencia, en donde su ginecóloga la examinó y recibió un resultado positivo de embarazo que se había realizado semana atrás también en el laboratorio Amadita.

Un poco de mancha de sangre, pero al parecer no implicaba peligro, ya que la doctora no dispone que se realice un hemograma a la paciente. Pero si que se ordenó una sonografía, la que arrojo como resultado un mioma, manifestado esto verbalmente por el especialista a Candida Morel Manzueta: “tienes un mioma, al parecer pequeño, estático, que no crece…” De pronto, al comunicármelo le dije que le platicara el tema a la doctora, pero a su salida del consultorio me dijo, “está confirmado, por análisis del tacto estoy embarazada”.

Por situación de embarazo ninguna mujer debe morir. Y si un mioma esta presente en su cuerpo, detectado a tiempo, cinco días antes de la muerte, todo se puede extirpar y salvar a la mujer.

Sigo confundido aun con la emergencia, en la primera vez que nos presentamos. Le rogué al doctor de turno que no me la despachara, que yo no la veía bien. Después que disque estabilizó sus signos vitales, me dijo; “nosotros somos lo que sabemos, ella está perfectamente para ir a la casa”. Bien, insisto y me justifica, diciendo: “su doctora ya la ha medicado por teléfono, háganle una sopa, está un poco deshidrata aun, que se tome estas pastillas cada tiempo indicado y se pondrá bien”, dice el doctor que sabe en la emergencia de la clínica Independencia.

Los tiempos han cambiado y al parecer para muchos de los galenos de la medicina se ha perdido el interés en preservar vidas. Esta ausente la sensibilidad para entender que se le cambia todo de un momento a otro, para un conyugue y unas niñas de tres y dos años que pierden para siempre a su madre.

Aunque los médicos son los que saben de salud, como suelen decir algunos, afortunadamente hoy el conocimiento está alcance de todos los que queramos encontrarlo. Adicional a esto nos preguntamos del por que la modalidad en médicos que atienden a distancia, por teléfono y que solo se apersonan cuando ya no hay nada que hacer por la vida del paciente, sólo para dar la desgraciada noticia tras una emergencia nefasta!

Existen lugares azarosos, deplorables, desafortunados, fatídicos, inefables, infaustos, malos, mortíferso, cuyos pasos no quisiera yo que recorriese en estos ninguna mujer.

El certificado de defunción de Candida Morel Manzueta podrá hasta ahora indicar muerte por paro cardiaco, pero todo fue aun más cruel si vemos la descripción que se hace en Internet del embarazo ectópico. Esto en los países desarrollado se lleva a pocas madres, menos del 0.1%, debido a que con la certeza en análisis, pruebas, chequeos, síntomas de la paciente, los galenos evitan muertes.

Desafortunadamente, no tuvimos la oportunidad de llegar a Barcelona, a donde emigro la familia, hermanos y parejas, sobrinos e hija mayor a principio de este nuevo siglo. Morena, nos quedamos en tu nefasta emergencia, pero en lo positivo de todo esto, vamos a cuidar con desvelo a Hannah y Ruth, también a Luz del Alba, la mayor y advertir a tantas mujeres lo que en cualquier momento podría sobrevenirles, el tortuoso camino hacia una nefasta emergencia.

El autor de esta opinión es Rafael Paradell, Master en Planificación y Dirección de Servicios Sociales Universidad de La Coruña y director de la Escuela de Comunicación Social de la Universidad Católica Santo Domingo. El profesor Paradell, quien además posee una trayectoria como comunicador y de servicio a favor de la iglesia católica, asume la responsabilidad por estos pronunciamientos. Laseñal.net lamenta la pérdida repentina de su esposa en las circunstancias que describe, siendo esta una pérdida que ninguna explicación puede reparar y solo la prevención para evitar que alguien mas sufra una situación semejante podría ser aliciente para quienes lean esta historia.

Todo lo planteado por Rafael Paradell no es responsabilidad de Ensegundos.net, el autor de esta opinión se hace responsable ante la justicia del comentario elaborado para este medio.