Santo Domingo. El hijo del empresario de la construcción que fue asesinado de 12 balazos en una discusión por un parqueo pide a las autoridades aplicar la máxima pena al asesino de su padre.
Guillermo Moncada, vástago del empresario que lleva el mismo nombre, y que fue asesinado por el imputado Rafael González, se queja de que a 6 meses del asesinato de su padre el juicio aun se mantiene en la fase preliminar.
Moncada atribuye la dilación para procesar al imputado a tácticas dilatoria de la defensa para retrasar su enjuiciamiento.
El bogado de la parte querellante, Miguel Valerio, llama tramposo a los abogados que asisten González, por los múltiples incidentes que presentan para darle larga al caso.
El Tercer Juzgado de la Instrucción del Distrito Nacional confirmó hoy la prisión preventiva a un hombre acusado de matar un empresario en una discusión por un parqueo en el sector Piantini.
En cada audiencia los pasillos del Palacio de Justicia se abarrota de personas que acuden a solidarizarse con los familiares de la víctima.
El imputado habría disparado siete veces contra Moncada en medio de una discusión. El hecho ocurrió en la calle Filomena Gómez de Cova casi a esquina Gustavo Mejía Ricart, en el ensanche Piantini, el día 3 de noviembre del 2011 en horas de la tarde.
Guillermito, no te preocupes mucho que el tendrá Justicia Divina.
Tu padre fue un hombre bueno, de excelentes sentimientos, trabajador, luchador.
Tu madre también, la señora Julie, es una mujer trabajadora de buenos valores, que ha enseñado a muchos jóvenes de nuestra sociedad los cuales hoy en día son personas de bien.
La verdad es que la justicia aquí no sirve, se dejan retorcer por abogaditos de poca monta, que solo quieren dinero.
Se que debes de sentir una impotencia grande, deja que tu corazón sane para que ese odio no te coma por dentro, entregale la justicia a Dios, que ese hombre que acabo con la vida de tu papa la pagará caro, ya de por si es un marginado de la sociedad, de su familia, de sus seres queridos, los cuales nunca lo verán con los mismos ojos.
Palante papa, que tu eres de los buenos.
Abrazo