Un estudio dice que las mujeres engordaron y aumentaron el diámetro de su cintura en comparación con las mujeres de la década del 50 a causa de haber abandonado las tareas domésticas que le permitían quemar hasta 1.000 calorías por día.



Además, comían menos.

La cintura de las mujeres creció 15 centímetros en los últimos 60 años porque ya no hacen las tareas domésticas como las señoras de antaño.



Al menos así lo muestra una encuesta realizada en el Reino Unido, que compara a la mujer actual con la los años 50, a propósito del Jubileo de Diamantes de la reina Isabel II.

Sin los electrodomésticos modernos, las amas de casa de 1950 quemaban hasta 1000 calorías al día pasando la aspiradora y fregando ropa, mientras que las mujeres de hoy tienen un estilo de vida más sedentario: muchas trabajan tiempo completo y pasan la mayor parte del día sentadas detrás de un escritorio.

El gasto energético de la limpieza de los 50 se tradujo en mujeres de mediana edad con una cintura de 71,2 centímetros promedio; mientras que hoy la circunferencia de su cintura mide 86,36 cm.

Los 15,24 cm de diferencia surgen de las conclusiones de una encuesta realizada entre 8000 hombres y mujeres adultos, entre los que se tomaron medida de la cintura pero también se les preguntó por el consumo diario de calorías y su estilo de vida, para después comparar los resultados con las estadísticas del promedio de adultos de 1952, el año en que la Reina llegó al trono.

Más calorías, menos tiempo, más gimnasio

Pero además de llevar una vida más activa, las mujeres de la década del 50 también comían un poco menos, cuando todavía existía el racionamiento de posguerra y la comida rápida apenas existía.

Por lo general se consumían sólo 1.818 calorías al día, en comparación con las 2.178 calorías que se consumen ahora; y cuando la cantidad recomendada es de 2000.

Quien dice esto no es un grupo de investigadores hombres.

La doctora Ros Altmann, directora de la asociación que encargó la encuesta, explicó que los electrodomésticos redujeron considerablemente el tiempo y esfuerzo que hacer las tareas domésticas requiere.

“Si pensás en la década de 1950, la mayoría de las mujeres ni siquiera tenían un lavarropas –dijo. Y tampoco tenían edredones, de modo que la simple tarea de hacer una cama les exigía mucha más actividad física. Las mujeres quemaban muchas calorías sólo para mantener la casa en funcionamiento”.

En cambio, hoy las mujeres tienen que hacerse tiempo en su agenda ya muy ocupada para hacer ejercicio.

«Mi madre ni siquiera tenía un automóvil, caminaba a todas partes”, recordó Altmann.

“Si bien la disponibilidad de la comida rápida puede influir, las mujeres en la década de 1950 hubieran comido papas fritas y postres. A mí me parece que la actividad física que exige mantener un hogar aseguraba que las mujeres estuvieran en forma y más delgadas que hoy”.

Tam Fry, del Foro Nacional de Obesidad, agregó que aunque la obesidad afecta a ambos sexos, las tasas tienden a ser mayores entre las mujeres por los kilos que acumulan durante el embarazo: “Son muchas las que luchan para perder los kilos demás entre que dan a luz y quedan embarazadas de su segundo hijo”.

Las últimas cifras del Reino Unido son contundentes: el 23,9 por ciento de las mujeres son obesas, en comparación con el 22,1 por ciento de los hombres.

cukmi.com