Continúa tumultuoso el ambiente político en la República Dominicana, perredeistas y peledeistas, mantienen altos los decibeles del debate mediático, los unos pataleando y los otros no terminan de celebrar su triunfo en el pasado certamen electoral.

Ahora, lo que se discute, es que va a pasar con el PRD en el futuro inmediato, y se empieza a especular sobre cuáles serán los dirigentes que Danilo Medina va a nombrar en su gabinete, para que lo acompañe en la gestión que iniciará el 16 de agosto y culminará el 2016.



Mientras, los partidos políticos y sus facciones principales, entran en el terreno de redefinir los mapas del poder político de sus respectivos grupos, el ciudadano común se encuentra en el limbo de la incertidumbre, sobre cuál será el rumbo que tomara la nación a partir del 16 de agosto. Problemas como el desempleo, la inseguridad, apagones y tarifas excesivas de la factura eléctrica, que mantienen entre el vilo y la retranca a la sociedad dominicana, no han podido ser resueltos en los últimos años y es de urgente atención que el estado se dedique a solucionarlos.

Ya, más que acusaciones mutuas, sobre quien es más inepto o corrupto entre ambos partidos, al pueblo le urge, que le expliquen sobre cómo es que se van a generar más empleos, que se va a hacer para abaratar los leoninos precios de la tarifa eléctrica, que mantiene estrangulado al sector productivo, sobre cómo es que se va a combatir la delincuencia, no solo la que se origina en los barrios humildes, sino también la de cuello azul.



Son tantos los problemas acumulados, más otros que van a irrumpir con fuerza, como el desastre ecológico que traerá la mega minería, la cual ya se ve sentir sus estragos en las inmediaciones de la mina de oro de Cotuí, la cual esta regenteada por la archifamosa Barrick Gold, la cual con complicidad de ambos partidos ha instalado operaciones para extraer el llamado oro de los sulfuros, proceso que expertos ambientalistas advierten, van a envenenar las fuentes acuíferas subterráneas de la zona, envenenando esa estratégica reserva de agua del país.

Los políticos están en el deber de poner más atención en el país y menos en ellos mismos, porque de lo contrario el ambiente de gobernabilidad podría verse resquebrajado ante la evidencia de que las cosas van a seguir como van, la gente esperó las elecciones, porque aspira a un cambio en la mentalidad y la gestión de los políticos, aunque a veces estos no se den por enterados.

Se espera una luna de miel, en los primeros meses de la gestión de Danilo Medina, cosa que ya es tradición en nuestros países, de parte de los movimientos populares cuando asumen nuevos gobiernos, pero en el horizonte se advierte que si no hay señales inequívocas de que las cosas van a cambiar para mejor, nos espera la ingobernabilidad y eso no creemos que le convenga a ningún sector sensato del país.

Por Jackson Pichard