Hacer un programa de televisión en vivo no es nada sencillo, pues existen varios inconvenientes con los cuales se tiene que lidiar. En primer instancia hay que tener cuidado con los errores, ya que un descuido puede echar a perder todo el programa.



Por otro lado, los conductores deben de tener buen autocontrol a la hora de hablar, pues los nervios los puede hacer su presa.

Hay ocasiones en donde una palabra es la causal para que un conductor se convierta en la burla de los demás o en el peor de los casos, pierda su trabajo.



Quién no se acuerda del penoso caso de una de las concursante a Miss Panamá, quien se convirtió en toda una celebridad cuando al hacerle una pregunta sobre quién era Confucio ella contestó que era el chino japonés inventor de la confusión.

Sin embargo, no sólo en los concursos de belleza se presentan estos momentos; a un reportero del norte de México le pasó algo similar cuando, en vivo, le cambió el nombre a una calle, sustituyéndolo por una palabra no apta para la televisión abierta.

No obstante, existe un momento que está catalogado como el más torpe en la historia de la televisión: éste se dio en el 2010 dentro de la final del programa Australia´s Next Top Model.

Durante dicha emisión del rality, la conductora Sarah Murdoch anunció a la ganadora; sin embargo, segundos después dio un penoso aviso: de acuerdo a lo publicado por el Dailymaily.uk, la también modelo fue protagonista del momento más bochornoso en la historia de la tv, al haberse equivocado de modelo triunfadora.

Dos concursantes esperaban con ansia el resultado final. Por un lado estaba Kelsey Martinovich y por el otro, Amanda Ware. Al momento de anunciar a la triunfadora, Murdoch dio como ganadora a Martinovich, quien al escuchar su nombre se soltó en llanto por la emoción, mientras que Ware sólo aplaudía de manera educada.

Sin embargo, segundos más tarde, Murdoch recibió un mensaje por medio del chícharo y tuvo que interrumpir la celebración y dar un anunció. Murdoch dijo que se había equivocado y que la verdadera ganadora era Amanda Ware, no Martinovich.

En ese instante, el semblante de Kesly cambió por completo, pasando de la euforia a la tristeza; mientras que Ware explotaba en júbilo. Por su parte, Murdoch no podía creer el tremendo error que había tenido.

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