En los últimos años, el uso de reproductores de música portátiles se ha masificado de tal forma que hoy es extraño que alguien no posea uno. Estos aparatos son especialmente preferidos por los jóvenes, quienes además suelen caer en la mala práctica de escuchar al máximo volumen permitido.
Según indican las docentes de Fonoaudiología de la Universidad del Desarrollo en Santiago, Javiera Drápela, Patricia Castro y Pamela Tomici, es sabido que las celulas sensoriales de los oídos son dañadas con sonidos muy intensos, como explosiones. Sin embargo, “lo que no es de conocimiento tan popular es que también es posible presentar este tipo de daño con la exposición constante a ruidos menos intensos”.
Las profesionales señalan que este deterioro causado progresivamente no es perceptible por las personas en un comienzo, pero eso no significa que no exista. Así, la acumulación de estos daños menores provoca la muerte de algunas células del oído interno de forma irreversible, variando el efecto nocivo de acuerdo al tiempo de exposición al ruido y a su intensidad.
¿Cómo saber si estás escuchando música muy fuerte?
Como los reproductores tienen distintos niveles de volumen dependiendo de su marca y modelo, no se puede establecer un número de intensidad predeterminado que sea aconsejable.
No obstante, “una forma de orientar al usuario en el volumen adecuado para utilizar su reproductor es que desde el exterior no pueda ser escuchada la música y, por otra parte, éste debe ser capaz de oír los sonidos del entorno con el dispositivo funcionando”, señalan las académicas del área de Audiología.
Por otra parte, el lugar donde está el individuo influye considerablemente en cómo éste percibirá el sonido. Por ejemplo, si estás en el metro, el ambiente es tan ruidoso que necesitarás subir el volumen casi al máximo para oír tus audífonos, al contrario de lo que ocurre cuando estás solo en tu habitación.
Si te encuentras en la primera situación, pasando por una calle con mucho tráfico, cerca de construcciones o algo similar, es recomendable que simplemente apagues el celular o el Ipod hasta que todo se calme.
Eligiendo los audífonos adecuados
Existen tres tipos de audífonos:
-Auriculares: se ubican fuera del oído. Son los más recomendados para usar, ya que se encuentran debidamente lejos del tímpano. Además, privilegian la resonancia natural del conducto de las personas, por lo que necesitan una menor intensidad para tener la misma sensación sonora que los otros.
-Intracanales: se colocan dentro del oído.
-Inserción profunda: quedan totalmente dentro del oído. Son los que causan mayor daño a la audición, ya que están mucho más cerca del tímpano y el sonido se concentra peligrosamente en los conductos, sin posibilidad de disiparse.
Fuente: biobiochile.cl