Por Jackson Pichardo
Los leones están hambrientos, y se siente su malestar en la selva política dominicana, esas fieras que en los pasados 8 años han vivido de depredar el erario público, ya le muestran sus colmillos al presidente electo de su partido, como una premonición de que lucharán a muerte por seguir aferrados a sus presas.
El presidente electo juega al tiempo, tratando de minar los nervios de los leones, busca un respiro fuera de la selva política dominicana, trata de tender puentes externos, que le permitan desactivar las trampas sociales que le dejaran dispersadas los leones, los cuales aspiran a coronar a ‘’Danilo el Breve’’, como una premonición efímera, de lo que ellos aspiran, sea el regreso del León en el 2016.
El país está sembrado de problemas, a la carrera se le ponen parches a las cuestiones más urgentes, para dar la sensación de que el actual incumbente entregará un país en marcha, pero al mismo tiempo se dan pasos, para asegurar que el próximo ejecutivo de la nación esté atado de pies y manos, para capear el temporal económico que se avizora en el horizonte y así justificar que sólo el León puede dirigir la selva.
Danilo realmente sabía en lo que se estaba metiendo, pero un sentido de vida y realización personal lo impulsó a luchar por lo que parecía imposible , llegar a ser presidente de la república, último cargo que le faltaba por exhibir, a un hombre que se convirtió en el estratega de fácto del PLD, entre 1996 y el 2004.
Sin embargo, hay cosas que han cambiado, y algunas que le han perjudicado a partir del 2004, obrarán a su favor a partir de agosto, y una de ellas, es que el PLD dejó de ser el partido doctrinario de sus inicios, para convertirse en una maquinaria electoral alimentada por el clientelismo político. Esto, a partir de agosto, con el sonar de las cajas registradoras del palacio, va a cambiar muchas lealtades internas dentro del PLD y muchos de los que hoy son leonelistas furibundos, negarán al León, como Pedro lo hizo con Jesucristo.
De ahí deriva para el León, la importancia del pacto de las corbatas azules, donde en complicidad con el Caballo Blanco de Troya, repartieron entre sus acólitos el entramado jurídico político del país, al mismo tiempo de imponer al nuevo ejecutivo una compañera a bordo, de la cual el nuevo presidente tendrá que cuidarse las espaldas, más que contar con su buena fe.
Habrá pelea, eso, es seguro, Danilo no querrá pasar a la historia como ,’’Danilo el Breve’’ , y Leonel no disimula de ninguna forma su ambición de retomar el poder en el 2016, porque el hambre de poder de éste y su grupo, muy lejos está de ser saciada.