La moda de pintarse el cuerpo, sea como una forma de expresión, un desafío entre los amigos del colegio o una manifestación de la rebeldía que caracteriza a la adolescencia, ha llevado a muchas personas tomar la decisión de rayarse el cuerpo y luego establecer si quieren tener el tatuaje para toda la vida o removerlo en algún momento.
Aunque la mayoría de esa población se siente orgullosa de sus tatuajes, una encuesta dirigida por investigadores británicos reveló que un tercio de las personas que han tatuado su cuerpo se arrepiente de haberlo hecho.
La investigación reveló que los hombres que se tatuaron antes de los 16 años son los más propensos a arrepentirse. El grupo que demostró menos arrepentimiento es el que integranlas mujeres que se tatuaron después de los 21 años.
José Rafael Reyes, médico fundador de la Sociedad Colombiana de Medicina y Cirugía con láser, ha tratado cientos de personas que quieren deshacerse de sus tatuajes.
“La mayoría de los pacientes que llegan a mi consultorio para remover sus tatuajes, se lo hicieron durante el colegio como una forma de rebeldía hacia los padres o simplemente para estar a la moda”, explica Reyes. “Muchos de ellos se hacen letras chinas o árabes que ni siquiera saben qué significan”, agrega.
El médico divide a la sociedad en tres categorías. Las personas que no tienen tatuajes, quienes tienen uno o dos tatuajes y la población que tiene muchos tatuajes.
“El grupo que tiene uno o dos tatuajes son los más propensos a arrepentirse, porque generalmente no están completamente seguros de su decisión desde un principio”, señala Reyes, quien aclara que muchas personas llegan a su consultorio por requisitos relacionados con su trabajo, pues por ejemplo, para ingresar a la Policía está prohibido tener un tatuaje, según lo publicado en semana.com.
Los investigadores británicos se sorprendieron al encontrar que más de la mitad del grupo de los participantes que se arrepintieron de rayarse el cuerpo, dijeron que no se someterían a tratamientos para removerse el tatuaje. Esta decisión se puede relacionar con el hecho de que los tratamientos, que generalmente se realizan con dióxido de carbono (CO2), pueden causar infecciones, cicatrices y decoloración de la piel.
Sin embargo, el especialista Reyes utiliza un novedoso sistema de láser conocido como Nd: YAG, el cual aclara las tintas hasta desvanecerlas. Reyes explica que durante un periodo de tres a cuatro meses se remueve la pigmentación a la piel. Añade que aunque esta nueva tecnología no deja cicatrices, en algunos casos sí pueden aparecer debido a que están desde el momento en que se hizo el tatuaje.
Muchos pensarían que quienes deciden removerse sus tatuajes son personas mayores, no obstante,la mayoría de las personas que llegan al consultorio del médico Reyes para quitarse los tatuajes son jóvenes entre los 16 y los 22 años, obligados o presionados por sus padres. “Muchos de los adultos que se arrepienten de sus tatuajes están resignados y se acostumbraron a vivir con ellos”, afirma el médico.
Finalmente, no debe descartarse el alto costo de los procedimientos de remoción de los tatuajes. Tanto el estudio británico como el médico Reyes coinciden en afirmar que la mayoría de las personas que quieren remover su tatuaje se ven afectadas por los altos precios y por eso mismo, deciden no someterse al procedimiento. Mientras que hacerse un tatuaje de tamaño mínimo tiene un valor promedio de 100.000 pesos, removerlo tiene un costo de 150.000 pesos por sesión. En ese sentido, Reyes recuerda que lo más probable es que el paciente tenga que someterse a varias sesiones.