Pese a su frecuente uso es complejo definir qué es el karma, término que erróneamente se utiliza para referirse a un castigo o al destino. Sin embargo, esta palabra tiene relación con las consecuencias de los actos y con una nivelación entre el bien y el mal.
El karma es una fuerza generada por las acciones de las personas, cuyo término proviene del budismo, yamanismo e hinduismo, y para los brahamanes significa “la energía de la acción sobre el pensador”, lo que quiere decir que todo acto o pensamiento bueno o malo nos traerá consecuencias.
De esta forma la asociación budista laica, Soka Gakkai Internacional (SGI), indica que “cada pensamiento, palabra y obra es una causa que crea un efecto, por lo que el destino no es arbitrario, ni impuesto por una fuerza sobrenatural, sino que nosotros lo creamos”.
Toda acción pasada tiene resultados en el presente, y para entender lo que pasará debemos ver las causas que originamos en el ahora.
Es posible tener un buen karma, es decir, que las consecuencias de un hecho -independiente de que sea negativo- traigan cosas positivas y contribuyan a nuestra felicidad. Para ello José López, en su libro “Buen Karma, 77 buenas acciones”, indica simples actos que te ayudarán y que damos a conocer a continuación:
– Responsabilizarse por los actos
– Respetar a los demás
– No juzgar
– Reconocer los errores
– Aprender las lecciones de la vida
Finalmente, Samael Aun Weor del Instituto Cultural Quetzalcoatl en su libro “Mirando el Misterio” considera que el karma “es la ley de la compensación”, ya que todo lo que se hace hay que pagarlo, pues no existe causa sin efecto ni efecto sin causa. De esta forma para no cosechar cosas malas no hay que sembrarlas y de hacerlo la clave es asumir, meditar en torno a lo que motivó dicha acción_biobiochile.cl