José Peguero 
El director de cine, antes de saltar de un puente, dejó mensajes en su auto y un domicilio.
El director Tony Scott, que se suicidó el domingo al arrojarse de un puente en suspensión sobre el puerto de Los Ángeles, dejó varias cartas para sus seres queridos.
El jefe de operaciones forense, Craig Harvey, dijo que los investigadores localizaron varias cartas dedicadas a seres queridos que Scott dejó en su automóvil y en otra locación, pero en los reportes iniciales no se clasifican como de suicidio.
Testigos aseguraron, además, que Scott estacionó en la cresta del puente, a unos 56 metros sobre el agua, antes de saltar a las 12.35. Un equipo de buzos de la Policía Porturaria de Los Ángeles recogió el cadáver de las turbias aguas varias horas después.
Scott era un ávido alpinista, disfrutaba también conduciendo autos y motocicletas a altas velocidades. Aun así, filmar fue su verdadera pasión. «La máxima emoción que vivo es dirigiendo. Es que lo más terrorífico, lo más peligroso que uno puede hacer en la vida», dijo en una entrevista de 1995. «Lo que más me aterra en la vida es esa primera mañana de producción de todas mis películas. Es el miedo a fracasar, el sentido de culpa de que todos están poniendo su fe en uno y que uno no les cumpla».
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Amaury Mo