Santo Domingo. La justicia de República Dominicana tiene dos caras, una para la prensa y otra para los ciudadanos. ¿Por qué digo esto? Simplemente porque desde ayer la Fiscal del Distrito Nacional Yenny Berenice Aquino ha bombardeado los medios de comunicación indicando que el asesinato a puñaladas del baterista José Carlos Hernández obedece a un crimen de odio.
Todos los medios de comunicación incluyendo este nos hicimos eco de estas declaraciones, pero resulta que uno de los implicados en la muerte del joven hijo de la comunicadora María del Carmen Hernández y el fallecido merenguero Jochy Hernández estuvo sometido a la justicia por usar un cuchillo tipo Rambo para cortar el cuelo a un joven que lleva por nombre Héctor José Irrizary Padua quien duró casi un mes en coma luego del ataque realizado por (Miguel Ángel Bautista Mota) EL Bola uno de los implicados en la muerte de José Carlos Hernández en circunstancias similares en la zona colonial de Santo Domingo.
En aquella ocasión los abogados del joven José Irrizary Padua con las pruebas y testigos que presenciaron el sucedo solicitaron a la Fiscalía del Distrito Nacional medidas de coerción contra Miguel Ángel Bautista Mota (EL Bola) a quien además en un allanamiento realizado en su casa le encontraron chuchillos saca hígados y otras armas blancas, pero la Fiscalía que hoy tilda de un crimen de odio aprobó la apertura de un juicio dejando libre bajo fianza por la suma de 3mil pesos, porcentaje correspondiente a los 300 mil impuestos por un juez.
Eso fue hace pocos meses, en el mes, justo el 17 de julio, cuando los abogados Jorge Honoret Reynoso, Juamy Jacobo Fernández y Pablo Miguel José Viloria solicitaron un año de prisión a por (Miguel Ángel Bautista Mota) EL Bola, pero la justicia, la podrida y maldita justicia de este país le dejó libre. Aún con las pruebas del hecho. Pero ahora la Fiscalía busca cámaras, no actuando cuando pudo haber evitado. Malditos.