SAN FRANCISCO, EEUU. El grupo informático Apple debería desvelar en los próximos días la nueva versión de su popular teléfono multimedia iPhone, esperada con impaciencia por millones de seguidores.



«Ya está casi aquí». Con este mensaje críptico el grupo convocó a la prensa para este miércoles en San Francisco (California, oeste), sugiriendo que podría haber llegado, por fin, el momento de mostrar el iPhone 5.

Las especulaciones sobre el próximo lanzamiento del icónico teléfono dinamizaron la carrera del grupo californiano en la bolsa durante las últimas semanas. La acción de Apple registró el viernes un nuevo récord histórico al cierre, situándose en 680,44 dólares (+0,62%).



Según las filtraciones y los múltiples rumores de los últimos días, el iPhone 5 debería tener una pantalla táctil más grande que la de sus predecesores, y estar adaptado a la telefonía móvil de cuarta generación LTE, promesa de una mayor rapidez.

El nuevo dispositivo debería llegar a las tiendas a finales de septiembre y los analistas esperan una enorme demanda. Según los expertos del banco Piper Jaffray, hasta 10 millones de teléfonos podrían venderse en la semana posterior al lanzamiento.

«El deseo reprimido por el iPhone 5 es tal que Apple venderá todos los que pueda fabricar de aquí a final del trimestre», predijo Rob Enderle, analista de Enderle Group.

Para él, el iPhone 5 no debería preocuparse por la competencia antes del principio del próximo año, cuando los fans de la marca de la manzana dejen lugar a los compradores más preocupados por los precios y que podrían optar por los smartphones que utilizan Android, el sistema de explotación de Google.

El gigante de internet ha conseguido imponer su software en numerosos fabricantes: el 64% de los teléfonos inteligentes vendidos en el mundo durante el segundo trimestre de 2012 funcionan con Android, según el gabinete de estudios Gartner.

Pese a la popularidad del iPhone, Apple es sólo el número dos mundial en venta de smartphones, con un 16,9% de cuota de mercado en el segundo trimestre este año, contra el 32,6% del surcoreano Samsung, que hasta ahora utiliza mayoritariamente Android, según las estimaciones de otro gabinete, IDC.

Bastante por detrás de los dos pesos pesados del sector están el finlandés Nokia (6,6%), el taiwanés HTC (5,7%) y el chino ZTE (5,2%).

Estos competidores, en una tentativa por recuperar terreno, se adelantaron a Apple con varios anuncios realizados en los últimos días: Nokia presentó dos nuevas versiones de su Lumia, concebido en colaboración con Microsoft, y Motorola Mobility, recientemente adquirido por Google, sacó tres nuevos modelos de su Droid Razr.

Respondiendo a las principales críticas de los usuarios de smartphones, ambas compañías subrayaron la resistencia de sus baterías y la calidad de sus pantallas en sus nuevos modelos. Pero eso no será suficiente para eclipsar al iPhone, según estiman los analistas.

«El consumidor entra a una tienda con la fuerte intención de comprar un producto Apple, y hace falta mucho para interponerse en esta historia de amor», advirtió Ken Delaney, de Gartner.

Apple podría presentar también el miércoles las últimas mejoras realizadas a su reproductor iPod, pero habrá que esperar hasta octubre para que desvelen la nueva tableta iPad, que según los rumores puede ser «mini».

No es seguro, sin embargo, que se confirmen las intenciones que se le atribuyen respecto a la música en línea, aunque The Wall Street Journal evocó esta semana negociaciones de la compañía californiana con las casas de discos para lanzar una radio en internet.

Finalmente, queda otro misterio por resolver: la manera con la que la empresa de la manzana paliará la ausencia de su carismático cofundador, Steve Jobs, fallecido el pasado año.

«Podría haber una celebridad en el escenario», avanza Rob Enderle respecto al evento del próximo 12 de septiembre.

«Esperamos que no sea Clint Eastwood hablándole a la silla donde Steve tenía la costumbre de sentarse», ironizó el analista, en alusión a la criticada intervención del cineasta estadounidense durante la Convención Nacional Republicana celebrada en Tampa (Florida, sureste).

AFP