Dormir es fundamental para tener una buena salud emocional. Los adultos jóvenes que descansan menos de cinco horas por día tienen un riesgo tres veces mayor de sufrir una enfermedad mental, en comparación con las personas de su edad que pasan entre 8 y 9 horas en la cama.
LA IMPORTANCIA DE SOÑAR
Para llegar a dichas conclusiones los autores trabajaron con 20.822 hombres y mujeres de 17 a 24 años de edad. Los autores siguieron su estado de salud mental y física durante un año y medio, averiguando en detalle sus hábitos de sueño diarios.
Glozier observó que “una menor duración del sueño se asocia de una manera casi lineal con el stress psicológico prevalente y persistente en los adultos jóvenes. Solo los individuos que dormían muy poco mostraron un riesgo mayor de desarrollar nuevas angustias y aflicciones”.
Los autores también notaron que la falta persistente de sueño aumenta el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares y aumento de peso en las personas jóvenes. A su vez, el estudio encontró que un problema mental tiene muchas más posibilidades de convertirse en una enfermedad crónica si la persona que lo sufre duerme menos de lo adecuado.
Glozier también aclaró que los trastornos del sueño constituyen un síntoma importante de muchos problemas mentales, como la depresión. De hecho, en algunas ocasiones suelen constituir un síntoma temprano del comienzo de un ataque o problema psicológico.
“Los cambios modernos en el estilo de vida contribuyen de manera importante a estos problemas, y es evidente que la interrupción de los patrones del sueño es un factor de riesgo fundamental para el desarrollo de muchos tipos de problemas mentales”, concluyeron los autores.
Fuente Neomundo.com.ar