Muchas personas siguen pensando erróneamente que los factores genéticos o ambientales son grandes responsables del riesgo de cáncer y desconocen la importancia del estilo de vida, dice un nuevo estudio.
Uno de los mayores desafíos en la lucha contra el cáncer es cambiar los malentendidos que muchas personas tienen sobre la enfermedad, dicen los científicos.
Por ejemplo, se piensa que la genética juega un papel mucho más grande en el riesgo de sufrir la afección que el que realmente tiene. O que el estrés y los golpes en el cuerpo son factores de riesgo importantes.
Pero el principal malentendido, como muestra un estudio presentado durante el congreso de la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO), que se celebra en Viena, es que no se ha logrado entender la importancia del estilo de vida en la prevención del cáncer.
Tal como expresó el profesor Hans-Jörg Senn, presidente de la Facultad de Prevención de Cáncer de la ESMO, «el estudio revela que hay una gran confusión sobre los factores de riesgo de cáncer: usar ropa apretada no incrementa el riesgo de la enfermedad, pero la obesidad sí».
Mitos
En el estudio, dirigido por el doctor Derek Power, especialista en oncología médica de los Hospitales Universitarios de Mercy y Cork, en Irlanda, participaron 748 personas de la población general, incluidos 126 profesionales de la salud.
Los participantes respondieron a un cuestionario para analizar su conocimiento sobre los riesgos de cáncer. «Hay muchos mitos sobre el riesgo de cáncer que siguen siendo muy populares», afirma el investigador.
«Por ejemplo, muchas personas piensan erróneamente que un golpe en los senos, el estrés, o usar ropa interior apretada, la utilización de teléfonos móviles, alimentos genéticamente modificados y aerosoles, son factores de riesgo de cáncer importantes».
Según el científico, el 90% de los participantes en el estudio, incluidos los profesionales de la salud, creían que la genética incrementa «fuertemente» el riesgo de cáncer. «Más de uno de cada cuatro participantes pensaba que más de 50% de los tipos de cáncer es genético».
Esto, dice el investigador, a pesar de que sólo entre el 5% y el 8% de los tipos de cáncer, dependiendo de su ubicación, se debe a un gen heredado.
«Pero lo más increíble -agrega- es que la gente encuestada creía que el riesgo de cáncer a lo largo de la vida no puede modificarse».
Dietas «detox»
Cuando se les preguntó a los encuestados cómo reducirían su riesgo de cáncer, el 27% respondió que con una dieta «detox», las llamadas dietas de desintoxicación.
Otro 64% pensaba que la comida orgánica protege del cáncer.
Hasta ahora, sin embargo, los estudios no han demostrado que alguno de estos dos métodos sea efectivo.
El sondeo también mostró que el 28% de los individuos no sabían que las verduras y las frutas congeladas eran tan benfeficiosas como las frescas.
Y el 41% no conocía el vínculo -demostrado en varios estudios- entre la carne roja y el riesgo de cáncer.
Pero el 85% sí sabía del riesgo de la carne procesada y el 46% conocía el riesgo de comer sal en exceso.
El profesor Hans-Jörg Senn expresa: «Este estudio pone de manifiesto el hecho de que a una gran proporción de la población europea le disgusta particularmente la idea de la ‘autorresponsabilidad’ para la prevención personal de cáncer».
«Es decir, cambiar sus hábitos y estilo de vida para ese fin. En lugar de ello -agrega- responsabilizan a la genética y a la sociedad por el desarrollo de la enfermedad».
Por su parte, el doctor Derek Powers afirma que la única forma de lograr que las tasas de cáncer se reduzcan es aclarar los malentendidos.
«Necesitamos combatir esta información errónea con campañas de promoción a la salud, poniendo un énfasis en la dieta y el estilo de vida, que incluye el tabaquismo, el cual es responsable de entre 90 y 95% de los casos de cáncer», dice el investigador.
Powers añade a BBC Mundo que es necesario hacer muchos más esfuerzos para que la población tome conciencia sobre la importancia de mantener un peso sano y los peligros del alcohol.