Con esto de que cada vez pasamos más tiempo trabajando, sea en la misma oficina o de forma remota (a través del celular o por redes sociales), hay veces que nos olvidamos que, amén de la relación de cercanía que podamos establecer, nuestro jefe sigue siendo eso, el jefe. A pesar de que desarrollemos una cierta afinidad, no hay que olvidar que sigue siendo la persona que decide sobre nuestra posición y nuestro desempeño y, por tanto, hay que respetar esa diferencia jerárquica.
Así, para no avasallar su posición de jefe ni arruinar la buena relación, es mejor mantener algunas cosas calladas o, aunque sea, manejarlas de forma distinta a como lo harías con un par. El sitio El Confidencial recopila algunas de las frases que es preferible no decirle jamás a tu jefe.
– «A mi no me pagan por hacer eso». Si bien defender las tareas de cada posición no está mal, esa frase puede sonar algo soberbia y no parece ser la mejor forma de demostrar tu punto. Tu jefe sabe bien cuáles son tus tareas y, si te pide que hagas algo que está fuera de tu rutina, seguramente hay alguna razón de peso.
– «Es imposible». Está bien, es cierto que muchas veces los jefes ponen objetivos muy complejos en poco tiempo o con recursos escasos. Y, en esta situación, cuando hacen estos pedidos desmedidos se puede pensar «esto es imposible». Sin embargo, decirlo de esa manera puede ser contraproducente. Un reclamo expresado de esa forma denota una falta de voluntad o compromiso con el trabajo.
– «Fácil, esto lo hace cualquiera». Sobrar las tareas que te da tu jefe no es la mejor forma de demostrarle lo valioso que sos para la empresa. Si una tarea la puede hacer cualquiera, seguramente al momento de considerar tu posición, también piensen en que cualquiera puede ocuparla. Si valorás tu propio trabajo, nunca lo subestimes.
– «No fue culpa mía, fue de mi compañero». Por más razón que se tenga, nadie ve con buenos ojos este tipo de comportamiento. La mejor actitud a tomar es aceptar la situación y tratar de explicar como fue que sucedió. «Lavarse las manos» puede generar una mala impresión sobre tu relación con tu grupo de trabajo y dejarte mal parado frente a tus compañeros y la empresa.
– «No se si esto es lo que me gustaría hacer toda mi vida». Está bien que tengas dudas acerca de tu profesión o tu trabajo. Es común. Ahora, tu jefe espera que te entregues 100% a la tarea que te delega y, presentar dudas sobre tu futuro, sólo generará incertidumbre en tu superior. Si vos no sabés bien que tan comprometido estás con tu trabajo, no esperes que tu jefe te considere para futuros planes.
Fuente: conexionbrando.com