DETROIT, EEUU. Los Gigantes de San Francisco vencieron anoche a los Tigres de Detroit 4×3 en 10 entradas con sencillo decisivo del venezolano Marco Scutaro y se alzaron con la Serie Mundial de béisbol del 2012.

Con este triunfo, los Gigantes rompieron todos los pronósticos y barrieron a los Tigres, para su segundo título en tres años.



Este fue la primera barrida en estos clásico desde 2007, cuando los Medias Rojas le pasaron la escoba a los Rockies de Colorado.

«Es increíble. Me siento orgulloso de este grupo de chicos», subrayó el mánager de los Gigantges, Bruce Bochy, quien también elogió al venezolano Marco Scutaro, quien conectó en el último juego el hit decisivo para derrotar a los ´felinos´.



«Fue apropiado para que él que consiguiera el hit de la victoria», dijo Bochy.

Un hit decisivo del venezolano Scutaro en el décimo inning acabó de enjaular a los «felinos», que salían como favoritos por la mayoría de la prensa especializada.

Empero, el MVP (Jugador Más Valioso) de la Serie fue el también venezolano Pablo Sandoval, quien igualó un récord de tres jonrones en un juego en el tope al botar la pelota en esa cantidad de veces en el primer partido.

Además, el llanero se fue en el juego decisivo de 5-1 y se quedó a un hit de la marca de 25 en una postemporada, que tienen Marquis Grissom (Bravos, 1995), Darin Srtad (Angelinos, 2002) y David Freese (Cardenales, 2011).

«Primero que todo quiero felicitar a Broce Bochy (mánger de los Gigantes) a su equipo, pues no quedó dudas, ellos nos barrieron. Sencillamente ellos estuvieron mejor que nosotros», reconoció el piloto de los Tigres, Jim Leyland.

Los abridores Matt Cain, por los Gigantes, y Max Scherzer, por los Tigres, habían relizado una buena labor, pero finalmente cedieron sus puestos a sus respectivos bullpens.

Scherzer se fue luego de seis innings completos, en los que esparció seis hits y tres carreras con ocho ponches.

En tanto, Cain, quien trabajó siete episodios completos, permitió tres carreras y cinco imparables y propinado cinco abanicados.

El receptor Buster Posey, líder de bateo del «Viejo Circuito» en la temporada regular, había puesto a los Gigantes al frente con un jonrón en el sexto inning, pero al cierre de ese episodio fue el «felino» Delmondo Young quien empató de nuevo el partido a tres carreras.

La victoria fue para el relevista dominicano Santiago Casilla (1-0), el revés para el zurdo Phil Coke (0-1) y el salvado para el mexicano-estadounidense Sergio Romo (3).

Los Gigantes salieron agresivos desde el segundo inning y con doblete de Hunter Pence y triple de Brandon Belt marcaron la primera carrera del juego.

Después, en el tercero, venezolano Miguel Cabrera, el hombre de la ´Triple Corona´ (promedio, jonrones e impulsadas) en la temporada regular despertó en el´Clásico de Otoño´ y con un jonronazo por el jardín derecho con un hombre en base, para poner a su equipo al frente 2×1.

Con el vuelacerca de Cabrara los Tigres rompieron una racha adversa de 20 innings seguidos sin anotar carreras.

Tras el out de Gerald Laird, el jardinero Austin Jackson recibió boleto, avanzó a segunda por toque perfecto de Quitin Barry y anotó después por el metrallazo de Cabrera.

Empero, Posey, el líder de bateo en la temporada regular, puso a los Gigantes al frente en el sexto inning con un jonrón con el venezolano Scutaro en base por hit.

Los Tigres volvieron a la carga en el sexto y tras ponche a Cabrera y out en elevado de Prince Fielder, el toletero Young la botó por encima del jardín derecho para empatar el partido a tres carreras.

Este fue el octavo vuelacerca de Young con los Tigres en postemporada, un récord para la franquicia.

Los Gigantes terminaron esta faena con siete victorias seguidas en la actual postemporada por primera vez en la historia de la franquicia, en cambio los Tigres recibieron su séptima derrota al hilo en Serie Mundial, contando las tres del ´Clásico de Otoño´ que perdieron en el 2006 ante los Cardenales.

La cadena más larga de derrotas en estos certámenes es de ocho y la comparten los Filis de Filadelfia (desde 1915 al 1950) y los Bravos de Atlanta (1996 al 1999).

Con la victoria, los Gigantes se afincaron como el equipo con el mejor tercer rigistro en partidos y victorias en las Series Mundiales con 110 y 53, respectivamente, detrás de los Yankees (225 y 134) y Cardenales de St. Louis (112 y 56).

AFP