Se ha de ser prudente con las recomendaciones de los expertos que asesoran beber un poco de vino a diario: dos copas al día es suficiente para que la cantidad de células producidas por el cerebro se reduzca casi a la mitad.
Un estudio, publicado por la Universidad de Rutgers (EE.UU.) en la revista ‘Neurology’ destaca que, pese a que varios científicos afirman que el consumo moderado de alcohol representa uno de los métodos eficaces de prevención de enfermedades cardiovasculares, el hecho desencadena toda serie de cambios neuroquímicos.
Experimento
Hasta ahora para los investigadores no estaba claro cuál era el impacto del consumo moderado de alcohol en el cerebro.
En los estudios con ratones los científicos suministraron alcohol a los animales hasta alcanzar una concentración en la sangre de 0,08% (0,08 gramos de alcohol por cada 100 mililitros), el equivalente al límite legal para conducir en EE.UU.
De acuerdo al portal actualidad.rt.com, los resultados mostraron que incluso tras un periodo relativamente corto de consumo moderado de alcohol, hubo un impacto negativo en el cerebro: el número de neuronas en la zona del hipocampo «se redujo en un 40%», según indicó la doctora Megan Anderson.
Consecuencias
El hallazgo, según apuntan los expertos, muestra que «incluso el consumo moderado de alcohol durante un periodo relativamente corto puede tener efectos profundos en la plasticidad estructural del cerebro», provocar problemas en la capacidad cognitiva del ser humano, impidiéndole controlar su comportamiento ante determinadas situaciones e interfiriendo en el proceso de control.
«Si el hipocampo del cerebro se ve afectado cada día durante muchos meses y años, finalmente la persona no será capaz de aprender cómo llegar a un lugar nuevo o cómo aprender algo nuevo sobre su vida», afirma Anderson, agregando que lo peligroso es que «es algo de lo que uno quizás ni siquiera se dé cuenta».