Tardó un tiempo, pero el sueño del presidente Hugo Chávez se hizo realidad: Venezuela estrenó «Teresa en tres estaciones», la telenovela «socialista» que se emite por el canal TVES, en la que era la frecuencia de RCTV, canal que dio fama mundial al género y que el Gobierno no renovó en 2007.



Con pantallas gigantes, vestidos de gala y entrevistas a los protagonistas, una festiva antesala en la céntrica Plaza Bolívar de Caracas sirvió de lugar de estreno para «Teresa en tres estaciones», que fue transmitida de forma simultánea por distintos canales del Estado.

La telenovela cuenta la historia de tres mujeres hechas a sí mismas cuya vida se articula a través del ferrocarril de Valles del Tuy, que conecta la capital con ciudades dormitorio aledañas, el único sistema ferroviario activo del país y que fue inaugurado por Chávez en 2006.



Fue precisamente durante el Aló Presidente de presentación del sistema cuando Chávez dio la idea a la productora de la telenovela, Delfina Catalá.

«Chávez comentó la épica maravillosa de estrenar un ferrocarril. ‘Hagamos una telenovela sobre eso’ le dijo a su vicepresidente de entonces», explicó Catalá al precisar que esa «buena idea» le sirvió de inspiración para desarrollar una trama junto a un equipo de 80 personas.

Con un presupuesto de 17 millones de bolívares (unos 4 millones de dólares) financiados por la estatal Comisión de Telecomunicaciones, «Teresa en tres estaciones» quiere romper con los valores que durante años han llenado las pantallas venezolanas y que, en distintas ocasiones, Chávez ha rechazado.

«En la medida en que tú entiendes que los valores socialistas son la solidaridad o el privilegiar el bien común, sí, esta es una telenovela socialista», afirma Catalá, productora independiente venezolana con una amplia experiencia en la televisión española y francesa.

Con 40 capítulos de unos 24 minutos que se emiten de lunes a sábado, «Teresa en tres estaciones» refleja la vida del venezolano común con guiños al imaginario criollo, entrelazando con humor, romanticismo y suspense las historias de una madre soltera, una estudiante de arte y una conductora de tren.

«Yo me la he pasado con eso hace tiempo, con la necesidad de utilizar esos géneros de la telenovela, el cuento, la película, el documental para expresar, para comunicar», dijo el viernes pasado el presidente Chávez animando a ver el nuevo serial.

Ya en enero de 2010, el presidente admitió su adicción a los culebrones y aseguró que durante sus dos años en prisión por su intentona golpista de 1992 no se «pelaba (perdía) una telenovela».

«Les voy a pedir que hagamos telenovelas socialistas, distintas a las capitalistas», como las que se difunden en Cuba «con contenido social», pidió entonces el mandatario.

De acuerdo al portal venezonalo informe21.com, este no es el primer culebrón con apoyo estatal, «Teresa en tres estaciones» es quizás la apuesta más fuerte del Gobierno venezolano para retomar la franja de dramáticos en el sistema nacional de medios públicos, «una cuenta pendiente», según Catalá.

Ya en 2004, la estatal Venezolana de Televisión lanzó sin mucho éxito la semanal «Amores de Barrio Adentro», jugando con el nombre de uno de los programas sociales estrella del Gobierno.

En 2008, también se estrenó «Caramelo e’ chocolate», un culebrón humorístico sobre la vida de una muchacha negra realizado por la Televisora Venezolana Social (TVES), que también emite ahora «Teresa en tres estaciones».

Con un rating de un 1,5 %, TVES tomó la frecuencia de la antigua Radio Caracas Televisión (RCTV), canal de línea crítica con el Gobierno de más de 50 años de historia y que fue punta de lanza de la telenovela venezolana durante décadas, cuya concesión no fue renovada por el Gobierno en 2007 con el argumento de que era «golpista».

De hecho, en el elenco de «Teresa en tres estaciones» está una de las grandes damas de la telenovela nacional, Rosario Prieto, de 70 años y actriz desde los 17 años en RCTV, que realiza un papel secundario como mamá de una de las protagonistas.

«A mi no se me dice que la telenovela va a TVES porque, indiscutiblemente, si me llegan a decir eso yo digo no, y no porque tenga nada en contra del canal, sino porque yo soy imagen de un canal que fue cerrado por el Gobierno», indica Prieto, que asegura estar «muy triste».

«No te puedes imaginar la cantidad de, bueno, no le llamemos insultos, pero sí palabras altisonantes que he recibido tanto de chavistas como de opositores», explica la actriz, que asegura que desde el estreno de la telenovela no sale de casa si no es para «algo importante».

«Me arrepiento de no haber leído el contrato, pero bueno, ahí recibí un mensaje bien bonito diciéndome: aunque políticamente pensamos distinto, me siento feliz de volverla a ver en la pantalla», afirmó.