El tercer jueves de noviembre se celebra el Día Mundial de la Filosofía. Esta conmemoración fue proclamada por la Conferencia General de la Unesco en el año 2005. Su objetivo es que se convierta en una fecha destinada a la reflexión de los problemas de nuestros tiempos en que tanto el Estado, los actores sociales y los filósofos de cada país debatan acerca de los desafíos actuales.



Para contribuir a este día de reflexión filosófica, te dejamos algunas de las más célebres frases de los pensadores y sus respectivas explicaciones, entregadas a BioBioChile.cl por el sociólogo de la Universidad de Concepción y docente de la Universidad del Desarrollo, Pablo Fuentealba.

1. “Un hombre no puede bañarse dos veces en el mismo río”.



Heráclito de Efeso fue un pensador anterior a Sócrates quien se cuestionó las propiedades fundamentales que tendría la realidad. El pensador sostuvo que la realidad estaba en continuo cambio, porque nada permanecía, todo mutaba. Con esto se afirma la idea de que en la realidad no existe ningún elemento que sea estable.

Por eso, la explicación que el sociólogo Pablo Fuentealba entrega es que “no podemos bañarnos dos veces en el mismo río” porque el río después ya no es el mismo. La tradición anterior, y posterior a Heráclito -que ha sido la predominante en filosofía- sostiene que en la realidad hay elementos que se mantienen estables, inmutables y leyes que permanecen tras los cambios y que los cambios son aparentes, porque son “superficiales” como diríamos hoy. Esto es lo que permite que podamos formular leyes sobre la realidad que las asumimos como constantes.

Seguidores de la tradición de Heráclito, o influenciados por él, son Nietzsche, Heidegger, Ortega y Gasset

2. “La felicidad consiste en hacer el bien”.

Frase emitida por Aristóteles, seguidor de Sócrates, quien reflexionó profundamente respecto a la felicidad. En este sentido, el sociólogo Pablo Fuentealba explica que Aristóteles no identifica la felicidad con una sensación de placer, tal como lo haríamos nosotros actualmente. Es decir, Aristóteles considera que el ser humano posee una finalidad natural y que la perfección del hombre -y lo que le permite alcanzar su realización- es lograr ese fin para el cual está hecho por naturaleza.

Además explica que Aristóteles planteó que el hombre posee razón (lo que lo diferencia de los animales), por lo tanto, el fin natural del hombre consistirá en conocer, pero además en saber lo que es el bien, la justicia y actuar en conformidad con estos valores. Para el filósofo griego la perfección y la felicidad se logran como resultado de la virtud moral, pero ésta requiere de un ejercicio racional, porque el hombre debe conocer el bien y la justicia para actuar conforme a la razón, para que ésta guíe su comportamiento de forma éticamente recta.

3. “Sólo sé que nada sé”

Esta frase emitida por Sócrates fue dada a conocer por Platón. Constituye uno de los principios básicos de la filosofía. Con este principio, se reconoce una característica que haría directa referencia a la naturaleza y a la condición humana, que es su ignorancia. El ser humano, lejos de ser un ser que sabe, que posee conocimientos o sabiduría, es un ser ignorante, “indigente en materia de sabiduría”.

La consecuencias de esto, es que el conocimiento es algo que no se posee, por lo tanto, que el hombre debe salir a buscar. El conocimiento debe ser buscado por el hombre, lo que implica que debe haber una intención y una voluntad de tenerlo. El principio “sólo sé que nada sé” reconoce esta condición y es el paso para poder salir hacia su búsqueda, porque el hombre que se reconoce ignorante, es el único que sentirá la necesidad de tener sabiduría. Pero quien cree que todo lo sabe, no sentirá esa necesidad.

4. “Pienso, luego existo”

Esta frase fue emitida por Descartes y se considera uno de los principios de la filosofía. Ésta plantea que el pensamiento es la única cosa del universo que no podemos negar, cuestionar o poner en duda su existencia. Porque negar, cuestionar o poner en duda el pensamiento es precisamente pensar.

Por lo tanto, de lo único que podemos estar completamente seguros es de que existe el pensamiento y de nada más.