Para algunos -Dostoievsky, por ejemplo- la belleza es una enemiga; para otros –incluímos a Doménico Cieri Estrada en esa lista- se trata más bien de un lujo que otorga la naturaleza. Según Ovidio, la belleza es solo fragilidad.
En cambio, para los denominados esteticistas, lo bello es simplemente una profesión, una fuente de trabajo, una obra en construcción en la cual, ellos, son justamente los arquitectos. De esta manera, según la idea de estos esteticistas, para generar belleza solo hace falta un buen conjunto de herramientas. Hoy, presentamos, justamente, aquellas necesarias para tener un cutis perfecto, espléndido o simplemento bello. Al menos desde la óptica esteticista que, muy claro queda, nada tiene que ver con la opinión culta pero, de todos modos, sirve a determinados fines.
Consejos para tener un cutis perfecto.
- Limpiar con leche o espuma las impurezas acumuladas en la piel, y luego nutrir e hidratar con alguna crema o gel. Esto se debe efectuar, como mínimo, dos veces por día (lo ideal sería una a la mañana, otra a la noche).
- Utilizar, por la mañana, tras lavar la cara, cremas como las siguientes: sueros con vitaminas C, antioxidantes, con matrixil, ácido hialurónico o similares (todas éstas ayudan a mejorar las arrugas, especialmente en zonas tales como alrededor de los ojos).
- Usar cremas reparadoras especiales para cuidar los labios. ¿Cuáles son las mejores? Aquellas que poseen cera de abejas, vitamina E y A, retinol (no solo recuperan arrugas sino que también producen un efecto suavizante en el rostro).
- Efectuar exfoliaciones en el rostro de forma regular para extraer comedones o quistes y lograr, además, una buena hidratación (las máscaras más recomendadas son las de oro, cobre y colágeno).
- Evitar acostarse sin haber quitado el maquillaje del rostro.
- – Mantener un plan alimenticio basado en los antioxidantes. ¿Por qué? Para prevenir el envejecimiento prematuro de la piel (las dietas con un alto contenido proteico, según informa sobretodosalud.com bajas en grasas y ricas en hojas verdes son ideales).
- Tomar mucha agua: entre dos o tres litros por día (así se mantiene, también, la piel hidratada y se eliminan impurezas).
- Si gustas o te animas a los tratamientos que renuevan la superficie de la piel (láser, pulido con punta de diamantes o peelings) intenta hacerlo durante el invierno y no en épocas calurosas.
- No abuses de ninguno de los puntos anteriormente señalados, especialmente los referidos al uso de cremas o químicos, y recuerda, siempre, que eres hermosa por naturaleza y tu cutis es perfecto.