Los fascinantes efectos de un “bloqueo cuántico” sobre un imán que ha sido súper enfriado con nitrógeno líquido hacen que podamos disfrutar de un platillo volador-cuántico, todo es cuántico aquí- suspendido en un campo magnético.



De acuerdo a contexto.com.ar, un miembro de la Universidad de Tel Aviv explica cómo “la superconductividad odia los campos magnéticos” y hace que un superconductor quede atrapado cuánticamente en un campo magnético, en un estado de captura que hace que se quede flotando sobre el imán.

No pretendemos entender bien a bien cómo funciona este fenómeno (confiamos en la inteligencia colectiva de los lectores para detallar este arcano proceso), pero sí disfrutar de las imágenes y querer regresar al futuro para que tengamos uno de esos discos (que además son de zafiro) que levitan cuánticamente.