Científicos de todo el mundo están reunidos en la ciudad de Leicester, Reino Unido, para presentar los últimos avances en la investigación del resveratrol, el compuesto químico del vino tinto que -se dice- tiene «grandes beneficios» para la salud.
El resveratrol es uno de los llamados polifenoles y se encuentra principalmente en el pellejo de la uva y otras frutas.
Desde hace unos 20 años, los polifenoles han sido una de las sustancias más investigadas por la ciencia, particularmente el resveratrol, porque se piensa que tiene propiedades antioxidantes y que protege al organismo de los daños que están vinculados a una serie de enfermedades, incluido el cáncer, la diabetes y las afecciones cardiovasculares.
Algunos estudios con animales han mostrado que el resveratrol ayuda a reducir la inflamación, la oxidación celular, el colesterol malo, la resistencia a la insulina, que puede conducir a diabetes, y que protege a las neuronas.
Por eso se nos dice, por ejemplo, que beber vino tinto es beneficioso para el corazón y ayuda a prevenir infartos y otras enfermedades cardiovasculares.
Pero hasta ahora se han llevado a cabo muy pocos estudios sobre el impacto del compuesto en humanos y, por lo tanto, no han podido confirmarse sus beneficios ni tampoco cuáles son sus efectos a largo plazo.
Resultados contradictorios
Durante la conferencia internacional se presentarán 65 estudios sobre los últimos hallazgos sobre el compuesto.
Uno de los expositores es el profesor Juan Carlos Espín, experto en ciencia y tecnología de alimentos del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) de España, quien investiga el efecto del resveratrol en la prevención de la enfermedad cardiovascular.
«En nuestro grupo llevamos aproximadamente 15 años estudiando el papel de los polifenoles en la salud. Uno de estos polifenoles estudiado ha sido el resveratrol», le explica a BBC Mundo.
«En este congreso voy a exponer los resultados de dos ensayos clínicos, de un año de seguimiento en cada caso, en pacientes de prevención primaria de riesgo cardiovascular y de prevención secundaria».
Tal como explica el investigador, todos los participantes estaban siendo tratados para prevenir factores de riesgo cardiovascular y para el estudio se les dividió en tres grupos: uno recibió un placebo, otro un complemento de uva enriquecido en resveratol y el tercero el mismo complemento sin resveratrol pero con otros polifenoles.
Al año, explica el investigador, el grupo que tomó el complemento rico en resveratrol mostró una reducción en los marcadores inflamatorios que se sabe pueden conducir a riesgo cardiovascular.
«Con este estudio hemos cubierto importantes lagunas acerca del resveratrol -dice el profesor Espín-, realizando los ensayos clínicos más largos descritos hasta la fecha con un producto que contiene resveratrol, demostrando su eficacia y seguridad».
Sin embargo, agrega, el trabajo no aclara si el efecto se debe únicamente al resveratrol o a un probable efecto positivo de la combinación del polifenol con los medicamentos que ya tomaban los pacientes.
Otros estudios que serán presentados durante la conferencia son menos positivos.
Un ensayo de la Escuela de Medicina de la Universidad de Washington, en St. Louis, Estados Unidos, no encontró beneficios en la reducción de marcadores de inflamación y metabólicos en mujeres postmenopáusicas que tomaron resveratrol.
Y otro estudio del Hospital Universitario de Aarhus en Dinamarca tampoco mostró que el resveratrol tuviera ningún cambio en esos mismos marcadores entre hombres obesos.
Beneficios del vino
¿Quiere decir esto que el mensaje de beber vino tinto para beneficiar a la salud, particularmente al corazón, está equivocado?
«De manera global, el mensaje es acertado», expresa Juan Carlos Espín.
«Existen numerosos estudios que avalan al vino tinto en sus beneficios en la salud cardiovascular», y estos beneficios -afirma- «no se deben exclusivamente al resveratrol, en absoluto, pues es minoritario respecto al resto de polifenoles en el vino».
«Tras diversos estudios, creemos que estos beneficios se deben a la asociación de los polifenoles de la uva con el resveratrol, y no a este por separado».
«De todas formas, sabemos que lo importante es saber gestionar el balance entre riesgo (del alcohol) y beneficio (salud cardiovascular). Todos sabemos el perjuicio de consumir grandes cantidades de alcohol».
«Dicho esto -concluye el científico español- para beneficiarse de esta protección cardiovascular, deberíamos hablar casi de una forma de vida, de la presencia de la copa de vino varias veces a la semana como parte de la mesa donde comemos, de algo ‘cultural'».
«Que nadie piense que por beber vino tinto un mes, esto le va a suponer un salvavidas en su corazón».
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