El extraño hecho ocurrió en una casa de Coventry, Reino Unido. Habían dejado un celular arriba de la cama luego de cargarlo y, por razones que todavía se desconocen, el aparato explotó y provocó un incendio sobre las sábanas. Por el accidente, un niño de 11 años sufrió lesiones en sus piernas.
Según publica el Daily Mail, Kian McCreath estaba descansando y se despertó asustado con el plástico derretido del dispositivo pegado a su cuerpo. La madre de 39 años, calmó el incendio de la cama con agua y llevó a su hijo al baño antes de que lo trasladaran al Hospital Universitario.
«Eran las 02:30 de la madrugada más o menos y no podía dormir, así que bajé las escaleras», explicó la mujer. «Cuando salí de mi habitación me di cuenta de que el teléfono de Mason se estaba cargando. Sé que el teléfono te avisa cuando ya tiene la batería llena y es por eso que lo desconecté y lo dejé en la cama de Kian».
«No pensé más en él. Me preparé una taza de té y justo después escuché un fuerte estallido. Kian comenzó a gritar: ’¡Mi cama está en llamas!’. Fue horrible», relató la madre del niño lastimado.
De acuerdo al portal acceso365.com, la familia de Kian exige a BlackBerry, entre otras cosas, que les reponga el móvil. Desde la empresa garantizan que van a revisar el modelo e investigar qué fue lo que pasó.