Los nuevos automóviles que se vendan en el país del norte partir de septiembre de 2014 podrían venir con un nuevo aditamento de seguridad similar al que llevan los aviones, una “caja negra” que registraría datos, parámetros e información variada de los momentos previos a un accidente.
Hasta el próximo 11 de febrero la Administración Federal estadounidense ha fijado un plazo para conocer la opinión de los ciudadanos al respecto de un sistema que registre de forma automática lo que sucede a bordo en instantes críticos de la conducción.
Se trataría de llevar a la automoción lo que ya existe desde hace décadas en la aviación, las famosas “cajas negras” que, curiosamente y a pesar de su denominación popular, son de color naranja.
Mediante distintos sensores, y activándose cuando tiene lugar un frenazo brusco, una fuerte desaceleración o un derrapaje, podría quedar constancia de las causas que culminaron en un accidente de conducción. Los datos podrían ser descargados de forma remota o mediante una conexión en el propio vehículo y, en principio, se usarían para investigar las causas con el objeto de mejorar la seguridad en los vehículos por parte de los propios fabricantes, así como para el sistema automático de notificación de siniestros que informa a los servicios de emergencias.
En contra de estas “cajas negras” se alzan quienes defienden a ultranza la privacidad de estos datos, que piden que sean anónimos y no pueda hacerse uso mercantilista de los mismos. La idea es que los datos procedentes de los siniestros no puedan llegar a ser manejados por las compañías de seguros a fin de evaluar posibles grupos de riesgo.
Los datos que recogería serían los relacionados con velocidad, revoluciones del motor, marcha engranada, uso de los frenos, cinturones de seguridad abrochados, número de pasajeros y ubicación, activación de airbags… quedan por dilucidar cuestiones como el tiempo que las “cajas negras” guardarían los datos, a quién pertenecen, si el dueño del vehículo puede desconectarla para evitar que grabe, si las autoridades necesitan una orden para acceder a los datos…
Por el momento 13 de los Estados Unidos de América mantienen alguna regulación al respecto con diversidad de respuestas a todas estas cuestiones y en medio multitud de interrogantes sobre una tecnología que puede servir al usuario o a las marcas, al ciudadano o a la Administración.
Fuente: Gizmodo.es