Paul Mason ha perdido el trono de la gordura mundial. Con 51 años y 444 kilos, este ex cartero era considerado el hombre más gordo del mundo. Ahora, tras perder casi dos tercios de su peso, necesita una operación de piel para poder llevar una vida normal.
Paul Mason pesa ahora tan solo 158 kilos, tras perder casi dos tercios de su peso. No obstante, su calvario no ha terminado. El que era considerado el hombre más gordo del mundo con 444 kilos quiere seguir adelgazando y realizarse una operación de reducción de piel. Una cirugía totalmente necesaria porque sin ella no puede caminar con normalidad lo que le impide a su vez perder más peso.
El ex cartero de 51 años, que durante mucho tiempo llegó a ingerir 20.000 calorías al día, sueña con poder llevar una vida normal montar un negocio de joyería y hacer realidad así su sueño. También quiere aprender a conducir, ir de vacaciones y encontrar el amor, según publicó el Daily Mail.