Los vecinos acusan que con la llegada de inmigrantes también hubo algunos ritos que incluyen el sacrificio de cabras y gallinas. Se trata de una tendencia que va creciendo.
El paisaje de Miami Beach amaneció diferente: varios animales decapitados, entre ellos una cabra, impresionó a los vecinos de este lujoso barrio, quienes están convencidos de que fueron utilizados en alguna brujería.
Los cuerpos de los animales, entre los que también había varias gallinas, fueron vistos durante el fin de semana en South Beach flotando en el mar por algunos vecinos y luego finalmente aparecieron apilados el domingo en un malecón, frente a una lujosa urbanización de la zona.
Para el activista Richard Couto, fundador de la Misión de Recuperación de Animales, tampoco cabe duda de que se trata de los restos de algún ritual relacionado con el vudú o el palo congo, prácticas relativamente comunes en el sur de Florida.
«Cada vez tenemos más llamadas informando de animales que han sido sacrificados en Miami, pero hasta ahora nunca me había topado con animales en pleno South Beach, a tan sólo unas cuadras de Ocean Drive», explicó el activista.
Aunque en los Estados Unidos el sacrificio de animales por cuestiones religiosas está protegido por la Primera Enmienda de la Constitución, también sí está regulado cómo se deben gestionar los restos de animales muertos y está prohibido todo tipo de maltrato previo.
Este tipo de hallazgos no es algo muy extraño en ciertas zonas del sur de Miami donde los rituales se importaron junto a la inmigración caribeña, principalmente. Hace un año una agente fue despedida de la Policía de North Miami Beach acusada de intentar practicar ritos contra el administrador de la ciudad.
Al parecer Edith Torres intentó recabar la ayuda de un conserje para que éste esparciera alpiste en el despacho del administrador municipal e impedir así que recortara el presupuesto de la ciudad y eliminara puestos de trabajo.