Los dolores de cabeza son el síntoma de numerosas enfermedades, pero también pueden estar provocados por multitud de causas diferentes.
Una de ellas, la que se asocia con los dolores más intensos y crónicos como las migrañas, es el consumo de algunos alimentos habitualmente presentes en todo tipo de dietas: desde la banana y el queso azul, hasta el salami o las nueces, según ha concluido un equipo de investigadores del Northwestern Memorial Hospital (Chicago) y del Saint Marys Hospital (Minnesota).
El estudio apunta a la tiramina, una sustancia química de origen natural presente en ciertos alimentos, como la causante de los dolores de cabeza.
Los alimentos con mayores cantidades de tiramina son los fermentados, como puede ser el queso, los frutos secos (principalmente las nueces), el hígado de pollo y el pescado azul. Esta sustancia se forma a partir de la descomposición de un aminoácido, por lo que también está presente en productos caducados y en conservas. Bebidas alcohólicas como la cerveza, el vino tinto y el vermú también la contienen.
El Libro Blanco de la Neurología Clínica publicado el año pasado ya establecía un claro vínculo entre la comida y el dolor de cabeza. Concretamente, esta relación se da en un 30% de las personas que sufren cefalea tensional. Un porcentaje que se eleva hasta el 50% en las personas con migrañas. El estrés y el insomnio son otros de los factores causantes de las cefaleas, que sufre un 40% de la población con relativa frecuencia, mientras que entre un 10 y 15% de la población sufre migrañas, con más incidencia en las mujeres que en los hombres.
De acuerdo al portal Los Andes de Argentina, los nitritos son otras de las sustancias presentes en algunos alimentos que pueden causar cefalea. Éstos están presentes en productos derivados de la soja, en la cafeína y el alcohol, aunque en cantidades pequeñas. Por otra parte, el glutamato, un potenciador de sabor que se suele utilizar en restauración, puede producir dolor de cabeza en algún momento de las 48 horas posteriores a su consumo.
Los estudios llevados a cabo sobre esta sustancia determinaron que el glutamato puede provocar una respuesta del sistema inmune que causa dolor de cabeza, pero sus resultados difieren a la hora de establecer el porcentaje de población que sufre estos efectos.