Por moda, vanidad o estilo, las mujeres también se han atrevido a probar con diseños en su piel. Las motivaciones que las llevan a hacerlo son muchas, sin embargo la mayoría coincide en que después del primero quieren hacerse más, ¿a qué se deberá?
Rebeldía, alguna crisis o quizás una nueva etapa en la vida son las situaciones más comunes que hacen que las personas piensen en hacerse un tatuaje alguna vez en su vida. Pero muchos -más allá de tomarlo como una forma de marcar el cuerpo- lo ven como una forma de expresar algo y de resaltar esa zona que eligieron para plasmar ese diseño que tanto quieren.
Sin embargo, a lo largo de los años se ha podido establecer que para las mujeres los tatuajes tienen una connotación más ligada a la liberación sexual, relacionada a su deseo de mostrar piel, sin miedo a ser reprimidas como antaño.
¿Pero qué las hace querer marcar su cuerpo para siempre?
María de Los Angeles Besoain, tiene 26 años y hace tres se hizo un tatuaje pequeño en la parte anterior de una de una de sus muñecas. “Son dos patitas de guagua y cada una mide 1 centímetro de largo, que es el porte que tienen las de una guagua de dos meses y medio de gestación, en tamaño real”, cuenta la joven.
Lo que motivó a esta chica a hacerse un tatuaje así fue su simpatía con un movimiento pro vida: “si la gente duda de que una guagua en ese tiempo de gestación puede ser una persona, el tatuaje les da la respuesta: sí, son patitas completamente formadas. La idea es que la gente lo replique y que al mismo tiempo seamos la imagen y voz de los que no pueden ser vistos y no pueden hablar”, enfatiza.
En el último tiempo, otras cuatro personas han seguido su ejemplo y también han marcado su cuerpo con este diseño de un niño en formación, ¿loco, no?
A Patricia Reyes, de 27 años, el bichito de querer hacerse un tatuaje le vino cuando se fue de su casa en Talca, para estudiar en la capital.
“Había muchas cosas de mi familia y mi hogar que no tenía que olvidar aunque estuviera lejos y decidí hacerme unas flores, que son lo que más le gusta a mi mamá. Y justo cuando lo tenía decidido, encontré un dibujo hecho a mano por alguien en internet y supe que ese era el diseño que debía tener”, cuenta la joven, mostrando el tatuaje que tiene en la parte de afuera de su tobillo derecho.
Te haces uno y quieres más
Es común escuchar que las personas que se tatúan por primera vez, al poco tiempo quieren otro. Le toman el gustito a las agujas que tiñen la piel y lo ven como una forma de expresarse a través de un arte más corporal. Pero ojo, esto se puede convertir en una obsesión y siempre es bueno pensar que en elgún momento de la vida nos llegará el viejazo y la piel no estará tan estirada como ahora.
Aparte son permanentes; si nos arrepentimos, no hay vuelta atrás, a menos que tengas mucha plata y estés dispuesta a someterte a una dolorosísima cirugía con láser para borrar esa locura de juventud.
Dime qué tatuaje tienes y te diré cómo eres
La moda de los tatuajes es como el de la ropa; varía cada temporada. A mediados de los 90, causaba furor entre las jovencitas hacerse una mariposa o un simpático delfín en la parte baja del vientre, cerca del ombligo. Con el paso del tiempo, las figuras cambiaron, las técnicas se modernizaron y las chicas se armaron de valor y se atrevieron a probar con tatuajes más grandes y rudos, similares a los de los hombres, como los brazaletes de espinas en la parte del bíceps, tan típicos de ellos.
Tatuajes con significados orientales: Quienes optan por este tipo de marcas, deben conocer el verdadero sentido del dibujo que se hacen. No vaya a ser que sea un garabato o un símbolo de mala suerte. Este es uno de los modelos más populares entre las mujeres jóvenes y que trabajan, porque son pequeños y se pueden disimular, si se hacen en partes como la parte de atrás del cuello, la muñeca, el pie o detrás de la oreja.
Cuidado con las ramas y alas en la espalda: Esta tendencia la impusieron algunas artistas gringas, por lo que sus fanáticas no dudaron en imitarlas. Estéticamente no son muy lindas y ocupan mucha piel, lo que en el futuro puede ser algo por lo que te arrepientas.
Asegúrate de que te tatúen lo que realmente quieres
Esto siempre pasa en las películas. Alguien va a una tienda de tatuajes, pide un diseño rudo y le hacen un gato o se equivocan en el nombre que tenían que marcar. Si la zona de tu cuerpo que te vas a tatuar no lo puedes ver, mejor pídele a un amigo que te acompañe para que corrobore que te hiceron lo que querías.
Recomendaciones
Si ya tomaste la decisión de tatuar tu piel, elige un lugar que cuente con todos los certificados de salubridad y medidas higiénicas, y que además sea conocido. Junto a es to, preocúpate de que la persona que lo haga cambie las agujas de las máquinas, informa biut.cl