Twitter canceló este viernes la cuenta de la milicia radical islámica Al Shabab de Somalia, dos días después de que los fundamentalistas usaron esa red social para amenazar al gobierno de Kenia con ejecutar a seis rehenes.

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«Cuenta suspendida. El perfil que usted está intentando ver ha sido suspendido», advierte Twitter cuando se intenta acceder a @HSMPress, la cuenta en inglés que poseía la milicia y que tenía más de 20,000 seguidores.

Al Shabab usó su cuenta el miércoles para emitir un video titulado Prisioneros de guerra kenianos. El mensaje final, en el que amenazaba con matar a seis prisioneros.



La milicia, que el año pasado formalizó su adhesión a la red terrorista al Qaeda, utilizó también Twitter el 17 de enero para anunciar que había ejecutado al rehén francés Dennis Allex, cautivo desde julio de 2009 en Somalia, tras una fallida operación de rescate en la que murieron dos soldados franceses y 17 milicianos.

Tres días antes, la milicia había publicado en el mismo medio tres fotografías que mostraban el cadáver de un supuesto comandante francés abatido durante la fracasada operación de rescate de Allex, llevada a cabo el pasado 12 de enero en el sur de Somalia.

En su web, Twitter advierte a sus usuarios de que no pueden publicar «amenazas directas, específicas contra otros» y de que no pueden usar sus servicios para «actividades ilegales».

Al Shabab abrió su cuenta en Twitter como herramienta de propaganda después de que, en octubre de 2011, el Ejército de Kenia entrara en Somalia por una oleada de secuestros en suelo keniano que atribuyó a la milicia.

Los radicales controlan amplias zonas del centro y el sur del Somalia, donde el frágil gobierno somalí todavía no está en condiciones de imponer su autoridad, iforma cexico.cnn.com

Las tropas de la Misión de la Unión Africana (AMISOM), el Ejército somalí, las fuerzas etíopes y milicias progubernamentales combaten a los islamistas, que tratan de instaurar un Estado islámico de corte wahabí en el país.

Somalia vive en un estado de guerra civil y caos desde 1991, cuando fue derrocado el dictador Mohamed Siad Barré, lo que dejó al país sin un gobierno efectivo y en manos de milicias islamistas, señores de la guerra y bandas de delincuentes armados.