WASHINGTON. Un grupo de ocho senadores demócratas y republicanos presentaron este lunes un acuerdo con las bases para lograr una reforma migratoria en Estados Unidos, que aseguraron podría alcanzarse este mismo año pese a que advirtieron de «obstáculos» a superar.

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«Aún nos queda un largo camino por recorrer, pero esta hoja de ruta bipartidista es un gran logro», dijo el senador demócrata Charles Schumer, en una rueda de prensa junto a varios de sus colegas para dar a conocer el acuerdo.

Schumer dijo que la intención es que estos principios desemboquen en un proyecto de ley que se presente en marzo y que «pueda aprobarse en el Senado hacia finales de la primavera o en el verano (boreal)».



«Creemos que este será el año en que finalmente el Congreso lo logre», dijo Schumer, quien junto a los otros senadores recordaron iniciativas similares que fracasaron en el pasado, la última de ellas en 2007.

Este acuerdo fue anunciado antes de un discurso al respecto que el presidente Barack Obama pronunciará el martes en Las Vegas (Nevada).

La propuesta incluye una vía para dar la ciudadanía a los más 11 millones de indocumentados que viven en Estados Unidos, siempre y cuando cumplan ciertas condiciones previas, supeditado al reforzamiento de la frontera con México, y un sistema para evitar la contratación de personas sin papeles.

«Necesitamos acabar con el imán que atrae a trabajadores ilegales» a Estados Unidos, dijo el senador republicano John McCain, otro de los autores del acuerdo, quienes negociaron estos principios desde diciembre.

«Hoy se ha dado un importante primer paso en lo que será una ruta complicada. Porque el tema migratorio no es simple. Pero pensamos que tenemos una oportunidad de hacerlo bien», dijo el senador republicano de origen hispano Marco Rubio.

Tanto Rubio como el senador demócrata Robert Menendez hablaron en varios momentos en español, e incluso McCain dijo «Vámonos» en ese idioma, en referencia a que es hora de actuar.

McCain admitió que los republicanos han recibido un golpe de los hispanos, la primera minoría del país con creciente peso electoral, quienes salieron a votar en cifras récord en noviembre pasado y 71% de ellos lo hicieron por Obama.

«El Partido Republicano está perdiendo el apoyo de los hispanos», dijo McCain. «Sabemos que hay muchos áreas en las que estamos de acuerdo con los hispanos, pero este tema es preeminente entre ellos», señaló.

«Por primera vez, hay más riesgo político en oponerse a una reforma migratoria que en apoyarla», dijo Schumer.

Gran parte de los indocumentados en Estados Unidos provienen de América Latina.

AFP