Lo más probable es que, como yo, lo hayas hecho mal hasta ahora. Parece una tarea sencilla pero tiene su truco. Lo más importante es no limpiarlas nunca con la camisa o camiseta que llevamos puesta, un error muy común. ¿Por qué?
La camisa tiene partículas de polvo que al rozar el cristal pueden rayarlo, inclusa aunque a primera vista parezca que el tejido está limpio. ¿Cuál es la mejor solución? No es necesario gastar dinero en líquidos y paños especiales, basta con usar el mismo jabón que tenemos en la cocina.
La Asociación de Optometristas de América recomienda lavar las gafas todas las mañanas, poniendo especial atención al marco y las patillas, donde los residuos de maquillaje o fijador de pelo suelen entrar en contacto con el metal y el plástico. «Algunas personas usan saliva, pero no es una buena idea», dice la doctora Geist, miembro de la asociación. «No hay riesgo de infección para el ojo pero no es el método más higiénico y no funciona muy bien». Jabón, agua templada y un paño de algodón seco es todo lo que hace falta.
No se debe usar tampoco amoníaco, lejía o vinagre (aunque el vinagre funciona bien con los vasos de beber) y tampoco limpiacristales porque los elementos químicos acabarán con las capas protectoras de las lentes. [Lifehacker y Wall Street Journal]