En Colombia anualmente se beben 6.3 litros de alcohol por persona, una cifra que podría reducirse considerablemente si llegara a aprobarse esta vacuna. El avance fue desarrollado por un equipo de investigadores de la Universidad de Chile que se inspiraron en una mutación genética de los asiáticos que son intolerantes a este tipo de sustancias.
Normalmente el hígado convierte el alcohol en el compuesto llamado acetaldehído que se descompone por una enzima metabolizante pero entre el 15 y el 20 por ciento de los japoneses, chinos y coreanos tienen una particularidad en sus genes que inhibe la descomposición de alcohol en sus cuerpos.
El mecanismo es muy sencillo. La vacuna envía un mensaje al hígado para no expresar los genes que procesan el trago. De esta forma, si alguien que ha sido vacunado trata de beber alcohol, inmediatamente va a experimentar náuseas, pulso acelerado y malestar general.
Lo mejor de todo o lo peor, depende desde donde se vea, es que una vez que la vacuna se ha administrado no se puede revertir.
Juan Asenjo, director del Instituto de la Universidad de Dinámica Celular y Biotecnología, aseguró que aunque la vacuna no es una cura para todo, podría proporcionar un primer paso importante en la erradicación del alcoholismo.
De acuerdo a Semana de Colombia, la terapia ya ha sido probada en ratas genéticamente alcohólicas, en las que se logró disminuir la adicción en más de un 50 por ciento y en uno o dos años comenzarán las pruebas en humanos.